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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 23 de febrero de 2012

Por qué el Famatina no se toca

En noviembre de 2011 viajé junto a un grupo de docentes y alumnos del profesorado de Geografía de Capilla del Monte, provincia de Córdoba decidimos recorrer parte de la bella provincia de La Rioja, obviamente el paso obligado era Talampaya (por su importancia geológica), pero verdaderamente fue la ciudad de Chilecito la que logró llamar toda mi atención. En ésta ciudad riojana pude hacerme eco de una voz que decía –no a la minería a cielo abierto, el Famatina no se toca-. Seguidamente me surgió una pregunta, cuya respuesta está enmarcada en un conjunto de connotaciones sociales más que políticas.
La ciudad de Chilecito está situada en un verdadero valle fértil, que ha sido posibilitado por la mano del hombre, éste valle se formó a la vera del encadenamiento del Famatina en el centro-oeste de la provincia de La Rioja a 1100 msnm, en el longitudinal Valle Antinaco-Los Colorados, sobre la Ruta Nacional Nº 40. Este valle junto con el Valle del Bermejo conforma la región de Valles de el Famatina, por estar al pie de los denominados “Nevados del Famatina. Su ubicación geográfica es de 29º 10' Sur y 67º 30' Oeste.
Si bien las sierras de Velazco, al este, son conocidas como el último relicto de las sierras pampeanas, geológicamente más antiguas, y la precordillera de La Rioja, al oeste es un encadenamiento que surge de una elevación mas juvenil; el Famatina en medio de ambos se asocia mas bien al paisaje cordillerano que pampeano (según mi percepción); pero eso será discusión de geólogos. Su nombre se debe a una hispanización de “wamatinaj”, que para los españoles se traducirá como Famatina, así eran llamados los pueblos de la etnia diaguita; aunque existen otras fuentes que remiten al mismo nombre “wamatinag” que significaría madre productora de metales. Las dos interpretaciones son válidas desde el punto de vista que nuestros pueblos originarios trabajaban los metales para uso ritual y ornamental.
El factor clima es determinante para comprender las actividades humanas, sociales y económicas. El caso de Chilecito es sumamente extremo, por sus variables podríamos decir que se encuentra en un verdadero desierto, con una precipitación anual decreciente entre 193 y 175 m-m anuales estivales (únicamente entre los meses de noviembre a marzo), si bien la temperatura promedio es de 24ºC anuales; debemos comprender que en invierno tenemos extremos muy por debajo de los 0ºC y máximas cercanas a los 40ºC, en verano; con una sensación térmica más elevada aún. Su flora autóctona de una belleza singular en la que predominan las cactáceas. Dentro de éste panorama hostil el bello valle verde de viñedos, olivos y frutales; surge en forma opuesta a las inclemencias climática, casi mágicamente y gracias a la irrigación de los ríos de deshielo provenientes del amado Famatina. Solamente contemplando este paisaje uno puede comprender la importancia del “posibilismo geográfico”, que en simples palabras y en éste caso en particular; no es mas ni menos que la modificación del paisaje para un mejor aprovechamiento humano.
Los ríos son fundamentales en ésta región, ya que proveen de la poco agua que tiene la zona para dedicarse al cultivo de viñedos, olivos, y frutas en general. De caudal muy reducido (2 m3/seg.), los ríos Amarillo, Oro y Miranda bajan del Famatina para dar vida a los oasis que se asientan sobre los conos de deyección que estos forman al salir al valle: Famatina, Chilecito, Nonogasta, Sañogasta. El riego por acequias y aspersión (en pocos casos), ha permitido el desarrollo de una agricultura intensiva con producción de vid, olivo, peras, tomates, nuez, pimiento, jojoba (a partir de 1980 aproximadamente); que alimentan la pequeña agroindustria vitivinícola y aceitera. En chilecito se obtuvo una vid endémica que es la variedad “Torrontés Riojano”, ganador de innumerables premios internacionales, destacando la calidad de los varietales chileciteños. Los cordones montañosos actúan como una gran esponja que absorbe el agua necesaria para supervivencia del valle (al igual que en nuestra provincia mediterránea); la gran provisión de agua subterránea que el Famatina capta de su ladera oriental por los vientos húmedos que descargan toda su furia en éste encadenamiento; constituyen la principal fuente de provisión de agua para uso doméstico.
“Chilecito” es un diminutivo de “Chile”, topónimo de origen quichua que significa “tierras frías y distantes” (Chili o Chiri). El cable carril Chilecito – “La Mejicana”, declarado Monumento Nacional en 1982, fue una de las obras más grandes y audaces del mundo, con respecto a ésta actividad; con una altura de más de 4.600 m. en su máxima estación. La concesión de ésta obra fabulosa fue de origen Alemán y la explotación de origen inglés. En 1914debido a la primera guerra mundial, los ingleses se retiran, tras sacar grandes cantidades de cobre, oro y plata en una explotación de más de diez años. Pasando luego por varias empresas subsidiarias hasta 1926 en que se clausuran los trabajos de La Mejicana. Las instalaciones del cable carril son cuidadas por el personal del Ferrocarril Gral. Belgrano, y el mantenimiento periódico estaba a cargo de los talleres de Cruz del Eje. En 1974 por acuerdo entre el gobierno de La Rioja y el ferrocarril, pasa a pertenecer a la provincia de la Rioja por término de diez años, con mira a una explotación turística. Al no concretarse el convenio fue devuelto al ferrocarril El Molino de San Francisco, “Museo de Chilecito”, ferviente defensor del patrimonio histórico de la zona, de la mano del Dr. Bazán; consiguiendo en 1982 la declaración de Monumento Histórico Nacional.
En el año 2005, la empresa minera transnacional Osisko (con capitales Canadienses) planea la explotación del Famatina con la modalidad “Cielo abierto”, para lo que requerirá enormes cantidades de agua (bien sumamente escaso) que son imprescindibles para la actividad fruti vitivinícola que es el mayor sustento económico de la región. Vecinos de Chilecito, bajo el lema “El Famatina no se Toca” impulsaron la aprobación por parte del poder legislativo provincial de la ley 8137 que prohibía la minería a cielo abierto en toda la provincia y la 8138, que impulsaba un plebiscito vinculante sobre el tema. Sin embargo, tras la asunción del nuevo gobernador, Beder Herrera (que durante la campaña había apoyado estas reformas), ambas leyes fueron derogadas en diciembre de 2008 y en febrero de 2009 se produjo una violenta represión contra los asambleístas.
Chilecito decide no ser un pueblo minero, considera que el agua vale más que el oro. En Agosto del 2011 se publica en Chilecito un informe del FESPROSA (Federación Sindical de Profesionales de la Salud de la República Argentina) que resuelve:
A) Apoyar en particular los reclamos de la población de La Rioja, rechazando el nuevo emprendimiento de la empresa Osisko (de capitales canadienses) que el gobierno provincial de La Rioja impulsa para el Cordón de Famatina, pronunciándonos contra el saqueo y la depredación del valle de Famatina, y haciendo nuestros los reclamos de la población organizada, a saber:
1. La urgente revisión de la legislación Nacional minera derogando las leyes que permiten el saqueo de los recursos naturales, la exención impositiva a este sector y la contaminación de la biosfera.
2. La urgente aprobación de la Ley Provincial que prohíba todo tipo de mega emprendimientos mineros, en total consonancia con las Ordenanzas Municipales aprobadas por los Concejos Deliberantes de Famatina y Chilecito. Entre otros artículos
Por otro lado las luchas de los vecinos autoconvocados continúan en caravanas desde la plaza principal de Chilecito hasta el Alto Carrizal, lugar en donde se encuentra el corte selectivo a la empresa megaminera Osisko Mining Corporation.
“El agua vale más que el oro”. “El Famatina no se toca”. “El agua y la vida no se negocian”. Consignas como éstas se reproducen como ecos entre las cumbre riojanas, y van alcanzando al pueblo argentino todo.
“…La minería a cielo abierto se encuentra entre las actividades productivas más contaminantes del mundo, valiéndose de grandes cantidades de explosivos y de cianuro para la extracción de variados minerales. Además, utiliza enormes caudales de agua dulce, en regiones donde ésta suele ser un recurso escaso. En la década de los noventa, la reforma del Código Minero abrió las puertas a este tipo de actividad, la cual se extendió exponencialmente durante los últimos años alentada por inauditas facilidades técnicas, normativas e impositivas concedidas por el gobierno kirchnerista. Diferentes mandatarios provinciales impulsaron asimismo la escalada de este tipo de explotación minera. El caso de Beder Herrera, gobernador riojano, se destaca porque éste obtuvo su actual cargo con un fuerte discurso “antiminero”. Pero lo de Famatina no puede ser restringido a una simple lucha ambiental, ni a un enfrentamiento al modelo minero. La pueblada riojana, como otras luchas populares, representa toda una declaración de principios de una sociedad que no acepta más ser saqueado al servicio del desarrollo. Se trata de una advertencia a los poderosos de que el pueblo está presente y que la lucha no se detiene…”
Las mayores concentraciones de minerales preciosos o de primera categoría (oro, plata y cobre) ya se la llevaron los extranjeros a través de una historia de riquezas para Europa y hambre para nuestros pueblos originarios que dejaron la vida en las minas; no dejemos que ahora en pleno uso de la declaración de los derechos humanos por parte de las Naciones Unidas, también nos arrebaten el único derecho inalienable que aún conservamos en nuestro país “El agua”. Digamos NO a la venta de tierras a los extranjeros (como primer paso de sublevación económica); digamos SI a la aprobación de la ley de protección de glaciares (porque son nuestra fuente de agua dulce continental). Digamos SI a la modificación del código de minería. Participemos y comprometámonos con la realidad que vivimos en pos de un futuro mejor para nuestro incomparable país. Dejemos de mirar hacia fuera, y pongamos la mirada hacia adentro con un verdadero sentido de conciencia del excelente Patrimonio Cultural que hemos heredado durante millones de años. No dejemos que nos arrebaten lo que nuestra madre naturaleza tardó tanto en conseguir.

Si bien por ahora, el Famatina no se toca, no debemos bajar la guardia y comprometernos con el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos.

Mi viaje terminó y de regreso a casa me preguntaba ¿que era éste movimiento popular espontáneo?, ¿por qué ésta ciudad con un departamento de tan solo 50.000 habitantes se atrevía a enfrentarse a los poderosos?, ¿qué los movilizaba?, ¿cuáles eran sus principales motivos? Creo que en lo escrito quedan más o menos plasmadas todas las respuestas a estos interrogantes, espero que como sociedad lleguemos a comprender que en definitiva el Famatina no se debe tocar, porque es un bien de todos los argentinos.

María Gabriela Domínguez
Prof. de Geografía de la Provincia de Córdoba

Copiado textual del blog de la asamblea: http://www.asambleaambientalruta135.blogspot.com/

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