Otra vuelta de ética
Por Alfredo Ferrarassi
La noticia de la renuncia de Ana María Nieto me tomó totalmente por sorpresa ya que encontraba realizándome una serie de estudios en Córdoba y no pude salir de mi asombro cuando me contaron de la misma, sobre todo cuando escuche algunos comentarios en donde el desmanejo del idioma le daba un cariz realmente preocupante.
Los términos que se usaban para describir la misma, eran cuando menos catastróficos, tanto para ella como para el gobierno municipal. Uno de los que más me impactó, pero a su vez me daba cierto alivio, era el de malversación de documento público. Término que bajo ningún concepto cerraba, ya que malversación es equivalente a desfalco, estafa, fraude de caudales públicos, según el diccionario de la RAE y el Espasa Digital que es el que siempre consultamos, razón por la cual era imposible que ello hubiere ocurrido y sonaba más a un operativo lanzado aprovechando la circunstancia que a lo que realmente hubiere sucedido. Otro argumento lanzado fue que se había preparado un golpe palaciego para hacer renunciar al Vice Intendente y poder colocarse como reemplazante natural del mismo. Situación por demás delirante mire por donde se la mire y que suena a un operativo de prensa aprovechando la situación de conmoción que el alejamiento produjo.
Leyendo la nota del Director del Ecos de Punilla y analizando otras fuentes nos queda la sensación que ha sido un episodio tremendamente sobrevaluado, que se debió más a un error en el que son, en última instancia, responsables la totalidad del cuerpo legislativo, que un edil en particular, aunque ella haya girado para su promulgación un acto inexistente, el cual deja muchísimo paño para cortar, en el que resalta como elemento distintivo de esta confección política la cuestión ética, ese elemento al cual hacíamos referencia en la nota anterior, de allí que será importante volver sobre aquella y destacar las lecciones que este acontecimiento nos deja.
También es necesario aclarar que estamos convencidos, que el tiempo y la historia serán quienes finalmente nos dejen ver la verdadera trama de esta urdimbre, que de momento aparece muy difusa y en la cual ciertos elementos juegan a la hora de la toma de decisiones, como es una renuncia, un papel preponderante. Entre ellos están una serie de valores morales, cosmovisiones e ideologías que son las que hacen del “caso Ana Nieto” un paradigma político poco frecuente en esta realidad líquida, al decir de Zygmunt Bauman, que hoy presenta el órgano legislativo faldense.
Sin duda alguna y antes de avanzar, es necesario resaltar, que los partidos que pueden ser enrolados en la centro izquierda, como el radicalismo, el socialismo, las variables progresistas (Carrió, Solanas, etc.) o lo que pueda quedar del aquel diluido “delatorrismo”, por suerte están presos de su propias ideas, de sus valores, de sus limitaciones de clase, lo cual les obliga a anteponer a sus lógicas aspiraciones personales, ese inexpugnable corsé que es la conciencia, que por fortuna en estos sectores aún se mantiene como expresión distintiva de lo que es el populismo burgués bonapartista del peronismo que amparándose en sus distintos “ismos” sobrevive gracias a esa tangibilidad que presenta y que le posibilita navegar desde la ortodoxia clásica, al lopezrregismo, al menemismo o al kirchnerismo.
Este elemento debe haber pesado, junto a otros, muchísimo en Nieto a la hora de tomar una decisión tan drástica como la de renunciar a su banca, por un error que si tiene algún culpable es el propio cuerpo en su totalidad.
La calle, esa universidad que enseña, pero no da diplomaturas, ya tiene su veredicto formado, ya que “la Ana” demostró con este apartamiento que aquella herencia culturológica de la política está vigente, que alguien en este horizonte de devaluaciones morales, rescata su compromiso consigo mismo, con sus ideas y decide renunciar porque entiende que en estos momentos cruciales es imprescindible dar un mensaje cargado de eticidad, que dejar abiertas esas puertas a las que siempre golpeará la oposición como manera de “psicopatear” el ejercicio político, ya que una y otra vez deberá, cuan tragedia griega, tener que soportar este error colectivo como propio, sintiendo el reproche como un instrumento inmovilizador, de allí que su mensaje sea doblemente importante, en primer lugar porque alguien es al menos fiel a sus principios y en segundo porque con habilidad ajedrecística ha colocado, al contrario de lo que aquella cree, en una situación de incomodidad extrema, dado que no pueden por más que se exijan exhibir acto alguno de tamaña transparencia y lo que pesa más aun es que todos han sido partes del anterior gobierno, el cual ha sido por lejos el peor de la historia faldense y que sin duda alguna podemos afirmar que Sestopal es a La Falda lo que Kamerath ha sido a Córdoba, con lo cual huelgan las palabras.
Creo que el oficialismo no ha perdido un concejal, ausencia muy valiosa por cierto, sino que ha ganado un espacio produciendo una apertura que la oposición más allá de haber “comido” un peón le costará muchísimo sostener a “su reina”, la cual no solo es endeble, si no que no podrá escudarse en la torre por mucho más tiempo, porque los caballos, al fin al cabo, caballos son y poca defensa en algún momento empezarán a exhibir, siendo allí cuando como sostenía Capablanca se cierran los juegos con la victoria.
En la década del 80 con la vuelta a la democracia se sostenía “la política es el arte de lo posible”, esto derivó en un posibilismo que fue el que comenzó a inmovilizar a las grandes masas que se habían sumado a la etapa de participación ciudadana y desalentó la militancia de las entonces juventudes deseosas de intervenir en el armado de una sociedad más justa, en la que la garantía por la vigencia irrestricta de los derechos humanos no fuera un enunciado. Posteriormente en el menemato la moda fue el pragmatismo político que terminó por liquidar las industrias y las reservas estratégicas que nos quedaban. La Alianza fue un desaguisado ideológico que nos hizo comprender que “el agua y el aceite” son incompatibles, y tuvo un final anunciado que dejó el camino expedito para que el populismo “progre” se instalara.
En esta etapa la situación comercial internacional favorable fue la movilizadora de la economía, aunque con tamaña coyuntura aliada hubiera sido esperable una apuesta al crecimiento real y no una fiesta consumista que está más cercana al “deme dos” de Martínez de Hoz de lo que podemos imaginar y que lamentablemente tendrá el mismo resultado social.
En los últimos años una de las grandes ausencias ha sido la de la ética en la praxis cotidiana de la política, ya que la sombra de la sospecha, la “borocotización”, los sobreprecios, los amigos del poder, las empresas cercanas, etc. son lo que dominaron el horizonte de la administración de la cosa pública.
Por ello cuando observamos que se prioriza lo programático, lo prometido, la palabra empeñada, por sobre lo personal y no se permite un error que, no nos cansaremos de remarcar, es colectivo, más allá del dolor de la partida, de la ausencia de una luchadora que sola supo llevar adelante denuncias en la justicia por las irregularidades que se observaron en el periodo marquista, nos queda la sensación que al menos en este páramo ético, en este erial de valores, alguien pone por delante de todo ciertos principios, lo cual la coloca como una rara avis de cara a este presente en el que pesan más las ambiciones y negocios políticos que las ideas.
La oposición con la carga enorme de haber venido de una gestión que dejó no solo una enorme deuda, si no otras que aparecerán según pasen los meses, le costará poder exhibir actos como este, al grado que no caben dudas que esta acción será una especie de espada de Damocles que penderá sobre la cabeza del tridente peronista, que deberá más que nunca cuidarse de la más mínima equivocación porque el reclamo no será pequeño.
Por ejemplo nos preguntamos ¿por qué no figuraba en el inventario el equipo de sonido que adquirió la municipalidad hace unos años y que costó en ese momento más de cuarenta mil pesos, del cual se ha encontrado la boleta de adquisición y que hasta el fin de semana pasada estaba “guardado” en el garaje del hijo de un ex funcionario? ¿Podrán defender a la anterior gestión si se creara una comisión que realice una investigación sobre el tema?
Por ello más allá de andar pavoneando sobre la pieza que creen haber comido deberán cuidarse, dado que en este juego de las estrategias, están en pocas jugadas al borde del jaque mate, en donde de proponérselo, el oficialismo, tiene elementos para ir consumiéndoles trebejos endebles que no soportarán la más mínima embestida.
Señores el verdadero juego táctico ha comenzado, estemos alerta porque “la partida” puede tener un costo impensado.
La noticia de la renuncia de Ana María Nieto me tomó totalmente por sorpresa ya que encontraba realizándome una serie de estudios en Córdoba y no pude salir de mi asombro cuando me contaron de la misma, sobre todo cuando escuche algunos comentarios en donde el desmanejo del idioma le daba un cariz realmente preocupante.
Los términos que se usaban para describir la misma, eran cuando menos catastróficos, tanto para ella como para el gobierno municipal. Uno de los que más me impactó, pero a su vez me daba cierto alivio, era el de malversación de documento público. Término que bajo ningún concepto cerraba, ya que malversación es equivalente a desfalco, estafa, fraude de caudales públicos, según el diccionario de la RAE y el Espasa Digital que es el que siempre consultamos, razón por la cual era imposible que ello hubiere ocurrido y sonaba más a un operativo lanzado aprovechando la circunstancia que a lo que realmente hubiere sucedido. Otro argumento lanzado fue que se había preparado un golpe palaciego para hacer renunciar al Vice Intendente y poder colocarse como reemplazante natural del mismo. Situación por demás delirante mire por donde se la mire y que suena a un operativo de prensa aprovechando la situación de conmoción que el alejamiento produjo.
Leyendo la nota del Director del Ecos de Punilla y analizando otras fuentes nos queda la sensación que ha sido un episodio tremendamente sobrevaluado, que se debió más a un error en el que son, en última instancia, responsables la totalidad del cuerpo legislativo, que un edil en particular, aunque ella haya girado para su promulgación un acto inexistente, el cual deja muchísimo paño para cortar, en el que resalta como elemento distintivo de esta confección política la cuestión ética, ese elemento al cual hacíamos referencia en la nota anterior, de allí que será importante volver sobre aquella y destacar las lecciones que este acontecimiento nos deja.
También es necesario aclarar que estamos convencidos, que el tiempo y la historia serán quienes finalmente nos dejen ver la verdadera trama de esta urdimbre, que de momento aparece muy difusa y en la cual ciertos elementos juegan a la hora de la toma de decisiones, como es una renuncia, un papel preponderante. Entre ellos están una serie de valores morales, cosmovisiones e ideologías que son las que hacen del “caso Ana Nieto” un paradigma político poco frecuente en esta realidad líquida, al decir de Zygmunt Bauman, que hoy presenta el órgano legislativo faldense.
Sin duda alguna y antes de avanzar, es necesario resaltar, que los partidos que pueden ser enrolados en la centro izquierda, como el radicalismo, el socialismo, las variables progresistas (Carrió, Solanas, etc.) o lo que pueda quedar del aquel diluido “delatorrismo”, por suerte están presos de su propias ideas, de sus valores, de sus limitaciones de clase, lo cual les obliga a anteponer a sus lógicas aspiraciones personales, ese inexpugnable corsé que es la conciencia, que por fortuna en estos sectores aún se mantiene como expresión distintiva de lo que es el populismo burgués bonapartista del peronismo que amparándose en sus distintos “ismos” sobrevive gracias a esa tangibilidad que presenta y que le posibilita navegar desde la ortodoxia clásica, al lopezrregismo, al menemismo o al kirchnerismo.
Este elemento debe haber pesado, junto a otros, muchísimo en Nieto a la hora de tomar una decisión tan drástica como la de renunciar a su banca, por un error que si tiene algún culpable es el propio cuerpo en su totalidad.
La calle, esa universidad que enseña, pero no da diplomaturas, ya tiene su veredicto formado, ya que “la Ana” demostró con este apartamiento que aquella herencia culturológica de la política está vigente, que alguien en este horizonte de devaluaciones morales, rescata su compromiso consigo mismo, con sus ideas y decide renunciar porque entiende que en estos momentos cruciales es imprescindible dar un mensaje cargado de eticidad, que dejar abiertas esas puertas a las que siempre golpeará la oposición como manera de “psicopatear” el ejercicio político, ya que una y otra vez deberá, cuan tragedia griega, tener que soportar este error colectivo como propio, sintiendo el reproche como un instrumento inmovilizador, de allí que su mensaje sea doblemente importante, en primer lugar porque alguien es al menos fiel a sus principios y en segundo porque con habilidad ajedrecística ha colocado, al contrario de lo que aquella cree, en una situación de incomodidad extrema, dado que no pueden por más que se exijan exhibir acto alguno de tamaña transparencia y lo que pesa más aun es que todos han sido partes del anterior gobierno, el cual ha sido por lejos el peor de la historia faldense y que sin duda alguna podemos afirmar que Sestopal es a La Falda lo que Kamerath ha sido a Córdoba, con lo cual huelgan las palabras.
Creo que el oficialismo no ha perdido un concejal, ausencia muy valiosa por cierto, sino que ha ganado un espacio produciendo una apertura que la oposición más allá de haber “comido” un peón le costará muchísimo sostener a “su reina”, la cual no solo es endeble, si no que no podrá escudarse en la torre por mucho más tiempo, porque los caballos, al fin al cabo, caballos son y poca defensa en algún momento empezarán a exhibir, siendo allí cuando como sostenía Capablanca se cierran los juegos con la victoria.
En la década del 80 con la vuelta a la democracia se sostenía “la política es el arte de lo posible”, esto derivó en un posibilismo que fue el que comenzó a inmovilizar a las grandes masas que se habían sumado a la etapa de participación ciudadana y desalentó la militancia de las entonces juventudes deseosas de intervenir en el armado de una sociedad más justa, en la que la garantía por la vigencia irrestricta de los derechos humanos no fuera un enunciado. Posteriormente en el menemato la moda fue el pragmatismo político que terminó por liquidar las industrias y las reservas estratégicas que nos quedaban. La Alianza fue un desaguisado ideológico que nos hizo comprender que “el agua y el aceite” son incompatibles, y tuvo un final anunciado que dejó el camino expedito para que el populismo “progre” se instalara.
En esta etapa la situación comercial internacional favorable fue la movilizadora de la economía, aunque con tamaña coyuntura aliada hubiera sido esperable una apuesta al crecimiento real y no una fiesta consumista que está más cercana al “deme dos” de Martínez de Hoz de lo que podemos imaginar y que lamentablemente tendrá el mismo resultado social.
En los últimos años una de las grandes ausencias ha sido la de la ética en la praxis cotidiana de la política, ya que la sombra de la sospecha, la “borocotización”, los sobreprecios, los amigos del poder, las empresas cercanas, etc. son lo que dominaron el horizonte de la administración de la cosa pública.
Por ello cuando observamos que se prioriza lo programático, lo prometido, la palabra empeñada, por sobre lo personal y no se permite un error que, no nos cansaremos de remarcar, es colectivo, más allá del dolor de la partida, de la ausencia de una luchadora que sola supo llevar adelante denuncias en la justicia por las irregularidades que se observaron en el periodo marquista, nos queda la sensación que al menos en este páramo ético, en este erial de valores, alguien pone por delante de todo ciertos principios, lo cual la coloca como una rara avis de cara a este presente en el que pesan más las ambiciones y negocios políticos que las ideas.
La oposición con la carga enorme de haber venido de una gestión que dejó no solo una enorme deuda, si no otras que aparecerán según pasen los meses, le costará poder exhibir actos como este, al grado que no caben dudas que esta acción será una especie de espada de Damocles que penderá sobre la cabeza del tridente peronista, que deberá más que nunca cuidarse de la más mínima equivocación porque el reclamo no será pequeño.
Por ejemplo nos preguntamos ¿por qué no figuraba en el inventario el equipo de sonido que adquirió la municipalidad hace unos años y que costó en ese momento más de cuarenta mil pesos, del cual se ha encontrado la boleta de adquisición y que hasta el fin de semana pasada estaba “guardado” en el garaje del hijo de un ex funcionario? ¿Podrán defender a la anterior gestión si se creara una comisión que realice una investigación sobre el tema?
Por ello más allá de andar pavoneando sobre la pieza que creen haber comido deberán cuidarse, dado que en este juego de las estrategias, están en pocas jugadas al borde del jaque mate, en donde de proponérselo, el oficialismo, tiene elementos para ir consumiéndoles trebejos endebles que no soportarán la más mínima embestida.
Señores el verdadero juego táctico ha comenzado, estemos alerta porque “la partida” puede tener un costo impensado.
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