Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 18 de febrero de 2011

“Dame una jeringa y una aguja y soy Gardel, me das un municipio y, tal vez, lo choco”

Juan Carlos “Juancho” Vigliocco, sindicado, por las encuestas, como uno de los vecinos con mejor imagen y reconocida trayectoria, negó que fuese a ser candidato del oficialismo justicialista, agregando que nunca se le había propuesto, oficialmente, esa intención. Dijo que su compromiso con la sociedad es hacer lo que mejor hace y le gusta; y que nadie puede dudar de que tenga dinero porque sus padres y él han trabajado para tenerlo. Las declaraciones guardan, entre líneas, una crítica que debería ser analizada por la dirigencia política local.

En diálogo con Mario Thibault, en el programa Hablemos Claro de Radio La Serranita, Juan Carlos “Juancho” Vigliocco desestimó, públicamente, las versiones que lo referenciaban como candidato a intendente de La Falda. El profesional que había sido mencionado como candidato del justicialismo, en el último año, no era una cuestión reciente, es más había sido medido, en reiteradas ocasiones, por encuestas del oficialismo justicialista, y cinco días después de estas declaraciones se lo volvía a hacer, mantuvo que por razones personales, profesionales, familiares y porque nunca se lo propusieron oficialmente no será candidato a intendente.
A la requisitoria sobre el particular, respondió que “tengo un compromiso con la sociedad, pero en lo que sé hacer, y sé hacer análisis, lo que es mi profesión, tenemos una aparatología que podría competir con el mejor laboratorio de Córdoba, pero eso no significa que pueda ser un buen político, un buen intendente…me gusta hacer lo que hago, me va muy bien con lo que hago, dedicarme a la política, aprender a hacer política, creo que sería muy engorroso para mi, no sé, de pronto, para el pueblo, estoy muy contento con lo que tengo, una empresa que se inició en el ’50, con un sacrificio, de mi viejo y mi vieja, monstruoso, como para que yo mañana diga chau, me voy a sentar como intendente y a trabajar para todos los faldenses…sería fantástico poder devolverle al pueblo algo de todo lo que me dio a mí, pero creo que debo hacerlo desde lo que sé”.
Ante el interrogante de cuál fue la fuente que promocionó su candidatura, mantuvo que “no sé de dónde salieron los rumores, me lo dice la gente, eh candidato, eh intendente, lo que pasa es que tengo un carácter muy especial, tengo buena relación con todo el mundo, esto de ser simpático, saludar a la gente, lleva a que por ahí la gente piense y diga éste va ser intendente…no, no es así. Me gustaría seguir lo que hizo Marcos, porque, guste o no, ha hecho una buena intendencia, con obras como lo de la Av. Edén, lo del Edén Hotel, lo del 7 Cascadas, bueno, no me voy a poner a hacer campaña para Marcos…”.
Cuando se le manifestó que había una fuerte crítica al accionar administrativo y legal, de poca claridad, en la gestión del intendente Marcos Sestopal, argumentó que “yo soy bioquímico, Marcos médico, de arranque ya empezamos mal, si los dos hubiésemos estudiado la misma carrera, tal vez, podríamos coordinar en algo, la verdad que yo de la política aplicada por Marcos no sé mucho, no lo he seguido minuciosamente, es mi hermano del alma, como decimos nosotros, ha hecho un cantidad de obra pública…y aunque la haya hecho mal, voy a defenderlo porque es mi amigo. Reitero, me hubiera gustado seguir con los proyectos, de esto que se ha hecho…”.
En relación a las encuestas que lo colocan como un faldense de buena imagen y de reconocida trayectoria, apuntó que “esto de que las encuestas me favorecen me pone la piel de gallina, porque significa que, en el transcurso de mi vida en La Falda, hice algo bueno, y entonces ese camino que me dejaron para seguir lo he hecho bien y lo reflejan las encuestas…”.
Se le impuso que esos sondeos lo establecían como la contracara de la imagen que había transmitido el intendente Sestopal desde su función, a lo que opuso que “tengo un estilo muy personal, no sé si haría la misma historia de gestión de gobierno de Marcos, igual, mejor o peor, creo que si me metiera en una cosa a nivel de municipio le pondría mi propio sello, como lo ha hecho Marcos en los últimos ocho años. Pero, no divaguemos porque no lo voy a hacer, tengo un trabajo muy lindo a nivel de salud, con la instalación de nueva aparatología, con estructuras distintas, trabajando siempre en sociedad con mi hermano, que es lo mejor que me puede pasar, es mucho laburo y me gusta, por eso cuando la gente viene y me dice vos tenés que meterte en la municipalidad, les digo decime algo que no te guste hacer, a ver, me dice, no me gusta jugar al básquet; bueno, tomá esta pelota y andá a jugar al básquet por cuatro años…no sé si me gustaría ser intendente, no, no, no me gustaría estar sentado en un lugar donde no sé que hacer, dame una jeringa y una aguja y soy Gardel, me das un municipio y, tal vez, te lo choco…”.
En referencia a las versiones que apuntaban algún tipo de presión para que aceptara la candidatura, aseveró que “tengo la suerte de no tener quien me presione…no tengo nada que ocultar y de hecho las encuestas están marcando que la gente quisiera que fuera intendente”.
La aparición de un anónimo que lo involucraba en supuestas maniobras indeseables junto a funcionarios y otros vecinos, afirmó que “no quiero ni hablar de ese papel que anda circulando y que involucra a algunos de mis amigos en una supuesta trama inmobiliaria, con edificios…para colmo dice con dineros de procedencia dudosa…no sé quién puede dudar, nosotros no llegamos hace dos años, mi viejo se ha levantado durante toda su vida, hasta que se enfermo, a las cinco y media de la mañana, yo a las cinco y veintidós y no me alcanza el tiempo…nos va muy bien, hacemos todo lo posible para tener 80 ó 100 pacientes en el laboratorio, por día, entonces, no es que tenga dinero de casualidad, laburo para que eso suceda…nunca nos pegaron en el pueblo, nunca nos dieron con dinero de procedencia desconocida…me lo dejaron en el laboratorio, supongo que a manera de mensaje de no te metás porque te vamos a arruinar la vida…mis hijas me decían no te metás en está historia, mira estos locos, y es una verdadera locura…son las cosas que no le entiendo a la política, porque si mañana vamos a una elección, no importa el adversario, se me ocurre que si pierdo me pondría a disposición del que ganó y si ganara lo convoco a trabajar juntos para hacer cosas buenas por La Falda…además no soy peronista ni radical, soy un tipo independiente…no sé por qué los políticos no se juntan, por qué no lo hacen, si, en definitiva, se dividen los votos del electorado, es algo de la política que tampoco entiendo”.

Recuadro

Un mensaje oportuno y ejemplar

Las declaraciones de Juan Carlos “Juancho” Vigliocco irrumpen, en forma oportuna, en la política faldense e imponen reflexión, porque si hay algo cierto en esta trama, que aparentemente lo ha tenido como involuntario protagonista, es que este vecino es bien considerado y respetado por la gente de La Falda. Por lo tanto, hay que considerar y analizar lo que dice y la razón que lo lleva ha hacerlo.

Toda exposición pública tiene su pro y contra, en ese terreno debe decirse que la reserva de Vigliocco, ante los trabajos técnicos que desde el justicialismo medían su inserción social y electoral, sumando a ello su contacto permanente con la vecindad que le manifestaba la existencia de las versiones que lo sindicaban como candidato a la intendencia de la ciudad por el partido mencionado, ha sido, en alguna medida, prolongada, porque hace casi un año que el rumor se corre y porque no es la primera vez que sucede en etapas previas a una elección de autoridades municipales. De manera que, en forma voluntaria o no, ha sido utilizado en un entramado político que algún fin tendría, siempre el involucrado político tiene algún propósito táctico o estratégico. Por eso es que puedo creer en la absoluta falta de intencionalidad política de Vigliocco en la trama que lo ha incluido, pero, déjenme dudar de su total inocencia al respecto, a veces el ego nos lleva a soportar ciertas circunstancias y es bueno estar en la consideración pública cuando se es bien considerado y respetado, pero, todo tiene su costo, y esta es una de las contras que tiene la exposición pública cuando llega a través de la política.

Pero, pasando a lo verdaderamente importante de las apreciaciones de Vigliocco, hay que decir que no es muy habitual, y bueno sería que lo fuera, sobre todo en política, escuchar a alguien reconocer sus propios límites y sostener que “yo sea bueno en lo mío no significa que vaya a ser un buen intendente”, hay que tener valor, sinceridad y un claro concepto de si mismo para hacerlo, no está disculpándose por anticipado, sino que está diciendo, no me induzcan a hacer lo que no quiero y para lo que no me siento preparado, en definitiva, no quiero fracasar ni que fracasen, no quiero defraudarme ni defraudar a La Falda.
Es de esperar que el mensaje sea decodificado y entendido.

Otra definición a rescatar es “no soy ni peronista, ni radical…no sé por qué los político no se juntan…para hacer cosas buenas…”, lo simple de la critica sorprende, Vigliocco está diciendo que los encargados de formar y proponer candidatos son los partidos políticos, que no se puede creer que quienes detentan la conducción de los espacios de poder político tengan que salir a buscar al vecino destacado para que les preste su buena imagen y nombre para salvar la execrable opinión que tiene el ciudadano de los que han conducido al sistema político a un caos, poniéndolo al borde del colapso. También esta poniendo en claro sobre oscuro que es inadmisible que en el seno de cada partido no se destaque por sus capacidades, actitudes y aptitudes, alguien que merezca el respaldo de aquellos que dedican su vida a la cuestión política y que, por ende, viven de ella.

Sin involucrar a Vigliocco en esto, acabo de imaginarme inmensas y parasitarias larvas exprimiendo el poder e influencia política de algún eventual conductor hasta dejarlo exánime, para salir, por su natural condición de parasito, a buscar otro que le permita alimentarse y crecer a sus expensas. Vale decir que cualquier parecido con la realidad de algún espacio político local es pura coincidencia.

Dejo la irónica imaginación de lado, y cierro manifestando el total repudio a la circulación de panfletos anónimos, quienes los promueven y los llevan a la luz pública son otra lacra que hay que extirpar de la política, porque nunca el ejercicio de la política será sano cuando se usan estas cobardes y nefastas conductas. Si hay algo para decir o criticar sobran los espacios para hacerlo, pero asumiendo la responsabilidad, presentando las pruebas, poniendo la cara y firmando al pie, de no ser así, parafraseando a Juan Domingo Perón, “no son más que bosta de paloma”.

N.H.

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