Pedirían el Juicio Político de Mendieta y otro u otros concejales por gastos de restaurante imputados al Concejo Deliberante
Una sesión cargada de situaciones frustrantes, donde se patentizó la difícil relación que mantienen el bloque oficialistas y el de oposición. El oficialismo continúa aplicando el número sin sostener con fundamentos sus proyectos. La oposición presentaría un pedido de Juicio Político para el Viceintendente y presidente del legislativo Francisco Mendieta, la medida alcanzaría a otro u otros concejales, no exceptúan la presentación judicial.
La última sesión ordinaria del Concejo Deliberante faldense tuvo todos los atributos de las discusiones políticas que se rigen por la predisposición a no escuchar ni entender, en definitiva a superar una instancia donde unos, los oficialistas, están decididos a aplicar la mayoría sin detenerse, de manera alguna, en los argumentos y fundamentos de los otros, la oposición, la minoría que siempre se ve frustrada por el cinco a tres, en la mayoría de los casos, o como en esta ocasión en que el empate permitió, en reiteradas oportunidades, que el presidente aplicara el doble voto, haciendo que la frustración y la impotencia puedan, tal vez, sentirse con mayor peso.
La actividad se inició con el tratamiento del pedido de derogación a la Ordenanza que refrendó el convenio entre el municipio y la UTE que lleva adelante la obra de gas para la construcción de un ramal complementario exigido por ECOGAS y en la cual se introducen modificaciones al sistema de pago introduciendo una cifra de adelanto, se acepta una actualización de costos y se admite que lo desembolsado no se recuperará en su totalidad siendo absorbido por fondos genuinos provenientes de Rentas Generales. Lo antes apuntado fue lo que originó en el bloque opositor el planteo de derogación, estas razones y fundamentos fueron ampliados en la oportunidad, pero sin contraponer argumento alguno, sólo con la imposición del número, la mayoría desestimó la iniciativa. La intención de la oposición, basada en los alcances de la legislación vigente, pretendía que ante los cambios evidentes que se introducían en relación al convenio original que las modificaciones debían ser tratadas con doble lectura y Audiencia Pública.
Pues bien, una vez más, la intención ciudadana de conocer de qué se trata y determinar qué hacer con los dineros de la comunidad, se vio frustrada, algunos dirán burlada, por un oficialismo que recrudece en su autoritarismo y sordera.
La sesión prosiguió con el tratamiento de un nuevo Código de Faltas, otro incordio que llevaba consensuado unos 24 artículos de 29 tratados y pretendía aprobar 87 en la ocasión. Pero la cosa no iba a ser fácil, en reiteradas oportunidades el Concejal Luís Kessler planteó la imposibilidad de debatir un proyecto con un autor (Susana Tuzzio) que desconoce de la materia y por lo tanto no puede defenderlo en lo inmediato y queda supeditado a que la Jueza de Faltas con posterioridad admita o no la intención de modificación, en función de lo cual la mayoría sólo atina a aprobar para no tener que volver sobre el tema. Incluso llegó en un momento a plantear que las modificaciones al Código vigente podrían haberles sido encargadas a él y al Concejal Pedro Agost por tener conocimientos en la materia. También, Kessler dejó sentado que se había solicitado a la Juez de Faltas que participara en la defensa de sus argumentos pero que no se había dignado a comparecer. La cuestión terminó, como era previsible, en una torpe y ridícula discusión donde la supuesta autora del proyecto votaba en contra de las modificaciones que se introducían, Kessler lo hacía en contra en la mayoría de los casos, Ana María Nieto y Claudio Stevenot circunstancialmente votaban a favor o en contra, lo que hacía que el Presidente del Cuerpo se viese obligado a desempatar por votos cruzados entre bancadas, obvio, siempre a favor de la mayoría.
No puedo contarles cuánto debe contenerse quien no puede emitir conceptos ni opiniones, tampoco hacer catarsis como el más primitivo hombre de las cavernas maza en mano e insultos en ristre.
Pero lo destacado de la jornada estaba por llegar, y el concejal Luís Kessler inició su alocución sosteniendo que “en reiteradas oportunidades hemos hablado de la necesidad de contar con un presupuesto para los gastos del Concejo Deliberante…prestamos nuestro apoyo cuando se trato el tema de subsidiados y becados, si bien no estábamos del todo de acuerdo pensábamos que era una forma de otorgar trabajo y dignidad a los beneficiados…no teníamos secretaria, por lo menos podían habernos asignado una, pero no lo hicieron, no nos preocupamos por eso y no insistimos para que no se interpretara que estamos buscando algún tipo de negociación política, cosa que no vamos a hacer nunca…pagamos nuestra secretaria, compramos nuestra computadora, no tenemos teléfono porque no hay plata…en este caso, al contrario de lo que venimos sosteniendo en relación a la necesidad de que existan recursos en el Concejo Deliberante para hacer frente a los gastos, nos hemos enterado a través de la documentación que llega desde el Tribunal de Cuentas de que el Concejo Deliberante va a cenar y que los gastos alcanzan a un promedio de 50 pesos por comensal. Conociendo los servicios del restaurante puedo decir que comen muy bien, lo que me parece bárbaro, siempre y cuando lo paguen de su bolsillo, caso contrario me parece vergonzoso. Tomen en cuenta ustedes, concejales, y quienes puedan haber participando de estas comidas, que mucha gente de la que esta pagando sus consumiciones no tienen recursos para pagarse una comida de menor costo. O sea que es gente que esta solventando sus comidas, costosas, caras, y probablemente no tenga recursos para llevar la suya a su mesa. Hay que reflexionar sobre esto porque es una barbaridad.
No quiero generalizar, no quiero ser injusto para con aquellos que no han participado de estas comidas, pero de acuerdo con las facturas que poseemos, se trata de 3 y 4 comensales por comida (los concejales oficialistas presentes Susana Tuzzio, Pedro Oscar Agost e Iván Aliberti niegan haber participado de ninguna cena) …acá están las facturas a nombre del Concejo Deliberante…si nadie participó se abren otras hipótesis, hay varios temas para investigar, entre otros aquí no encontramos con facturas con numeración correlativa…se hace necesario y propongo la creación de una Comisión Investigadora…”.
Se notaba sorpresa en el rostro de los concejales oficialistas, Pedro Agost, trato de introducir el argumento de que no necesariamente podían haber acompañado al Viceintendente Francisco Mendieta (que a esa altura de los acontecimientos era el único directamente involucrado porque las facturas llevaban su firma) los concejales sino que podía haberse tratado de visitantes que por cuestiones protocolares fueron invitados y que el error fue que las facturas salieran a nombre del Concejo Deliberante en lugar del Poder Ejecutivo.
Este intento de defensa fracasó porque Mendieta dijo no recordar con quien había asistido al restaurante –volvió a preguntar a los concejales oficialistas si ellos habrían podido acompañarlo en alguna oportunidad, recibiendo una nueva negativa- y agregó que existían más facturas.
Ante ello, Kessler reiteró “razón de más para crear una comisión investigadora. El comerciante por si no va a imputar una factura al Concejo Deliberante sino se le ordena que lo haga. A ustedes les parece bien que de esta forma se estén defendiendo los intereses de la municipalidad, esto es un despojo. No se puede decir que dentro de las facultades discrecionales del Viceintendente pueda llevar a su familia, a sus amigos, a quien se le cante…yo lamento que acá, aparentemente, no se acepte la investigación de este hecho, porque ahora hay que saber quiénes han ido a estas cenas…por lo menos que se devuelvan esos dineros”.
Con posterioridad, Kessler reiteró el pedido de creación de una Comisión Investigadora, ante lo cual Mendieta manifestó que “estoy directamente involucrado, por eso lo más conveniente es que me aparte, me retire, y ustedes decidan sobre lo qué hacer”, acto seguido se retiró del recinto.
De inmediato, asumió la función de presidir el cuerpo el Concejal Aliverti, el que exigió se fuera a la votación para determinar la creación o no de la Comisión Investigadora –cabe apuntar que cada bancada estaba integrada por tres concejales, ya que la Concejal Fabiana Piva se había retirado por cuestiones personales a las 22 horas – por ende el resultado fue empate y Aliverti aplicó el doble voto sentenciando que “no, por ahora, a la conformación de la Comisión Investigadora”.
Las repercusiones de lo acontecido llevaron en la mañana del viernes a la participación del comerciante en cuestión, quien se puso en contacto con los ediles Kessler y Stevenot, en ambas oportunidades sostuvo que “es habitual que Concejales cenen en su restaurante y firmen la factura”, mencionando a alguno de los que dijeron nunca habían participado de los banquetes, adelantando que en caso de ser necesario a más de su testimonio podía agregarse el del personal de “parrilla, cocina y mozos que los atienden”. También apuntó, como lo hiciera Mendieta, que hay más facturas, entre ellas “las que corresponden a junio y julio”.
Recuadro
Las facturas y órdenes de pago
Las facturas en cuestión son cinco (5): fueron pagadas con la Orden de Pago Nº 1857 las correspondientes al viernes 23 de mayo (4 cenas) y jueves 29 de mayo (4 cenas) – por Orden de Pago Nº 1858 se abonó la correspondiente al jueves 24 de abril (3 cenas) – y por Orden de Pago Nº 1859 los servicios del jueves 10 de abril (3 cenas) y viernes 18 de abril (3 cenas).
Como puede apreciarse, un total de 17 cenas por un monto de 860 pesos, conformando un promedio por cena de 50 pesos. Las 5 facturas llevan la firma del ViceIntendente y Presidente del Concejo Deliberante Francisco Mendieta, las ordenes de pago llevan la autorización del intendente Marcos Sestopal y el Secretario de Economía y Hacienda Jorge Pafundo.
En el inicio del tratamiento del tema y a pesar de la virulencia del mismo, el oficialismo trato de imponer el acostumbrado “siempre se ha hecho”, la respuesta de la oposición fue que “eso no significa que fuera lo correcto y, de así haber sucedido, es tiempo de terminar con esa práctica”.
Recuadro
Yo no fui
Difícil, ciertamente difícil, es presenciar una situación de estas características, donde el aferramiento a las primeras declaraciones emitidas en la sorpresa provocan instancias de no retorno y con ello la mayor implicancia de los involucrados.
Ante la pregunta de quiénes participaron de estas cenas, concretada por Luís Kessler, la respuesta fue:
Susana Tuzzio: “Jamás. Siempre he manifestado que estoy totalmente en contra de este tipo de acciones”.
Iván Aliverti: “Nunca. No he comido a cuenta del Concejo Deliberante”
Pedro Agost: “Nunca. Jamás. No he participado de ninguna comida a cuenta del Concejo. La vez que he participado de una comida, los gastos corrieron por cuenta de los comensales”.
Francisco Mendieta: Admitió que las facturas llevan su firma y tras preguntar en reiteradas oportunidades a sus pares si alguno de ellos no lo había acompañado (tres veces), dijo no recordar con quien había compartido las comidas.
Recuadro
Nunca un Chori
Seguro que si se le pregunta a cualquier pibe de barrio qué opina del costo de las comidas de los concejales oficialistas (¿?), te responde, de una, “Nunca un chori”.
Y si, los costos son elevados para choripan, así lo sostenía el Concejal Luís Kessler y decía “acá hay vino del bueno, de lomo para arriba y complementos”.
Es cierto también que este tipo de gastos no son nuevos y únicos de esta administración, pero es momento de terminar con estos abusos, porque no son otra cosa, los concejales ganan lo suficiente como para enfrentar, de ser necesario, cuatro y más cenas mensuales a costos de 50 pesos. Sin dudas que si sale de su bolsillo los costos serían menores.
Tampoco la cosa se reduce al Concejo Deliberante, un repaso sobre alguna de las rendiciones de fondos fijos arrojan que hay áreas del Ejecutivo en donde de cada tres imputaciones, una y fracción esta relacionada con gastos de comidas de delivery, pizzerías, restaurantes y servicios de bar. Como también que hay facturaciones por servicios de restaurantes y/o bares de difícil explicación.
No es menos cierto que muchos de los contribuyentes para evitar enfrentarse a las graves situaciones que generan las deudas por tasas, invierten en ellas eliminando en ocasiones algún alimento de su satisfacción, en respeto a ese sacrificio y a la dignidad de cada funcionario es que se debe terminar con este tipo de gastos onerosos para el erario público.
También, es hora de que los funcionarios públicos en general dejen de mostrar estas actitudes que, como bien decía Diego Marandonna, hacen pensar que, mientras los dejen, son capaces de tomarle la leche al gato.
La última sesión ordinaria del Concejo Deliberante faldense tuvo todos los atributos de las discusiones políticas que se rigen por la predisposición a no escuchar ni entender, en definitiva a superar una instancia donde unos, los oficialistas, están decididos a aplicar la mayoría sin detenerse, de manera alguna, en los argumentos y fundamentos de los otros, la oposición, la minoría que siempre se ve frustrada por el cinco a tres, en la mayoría de los casos, o como en esta ocasión en que el empate permitió, en reiteradas oportunidades, que el presidente aplicara el doble voto, haciendo que la frustración y la impotencia puedan, tal vez, sentirse con mayor peso.
La actividad se inició con el tratamiento del pedido de derogación a la Ordenanza que refrendó el convenio entre el municipio y la UTE que lleva adelante la obra de gas para la construcción de un ramal complementario exigido por ECOGAS y en la cual se introducen modificaciones al sistema de pago introduciendo una cifra de adelanto, se acepta una actualización de costos y se admite que lo desembolsado no se recuperará en su totalidad siendo absorbido por fondos genuinos provenientes de Rentas Generales. Lo antes apuntado fue lo que originó en el bloque opositor el planteo de derogación, estas razones y fundamentos fueron ampliados en la oportunidad, pero sin contraponer argumento alguno, sólo con la imposición del número, la mayoría desestimó la iniciativa. La intención de la oposición, basada en los alcances de la legislación vigente, pretendía que ante los cambios evidentes que se introducían en relación al convenio original que las modificaciones debían ser tratadas con doble lectura y Audiencia Pública.
Pues bien, una vez más, la intención ciudadana de conocer de qué se trata y determinar qué hacer con los dineros de la comunidad, se vio frustrada, algunos dirán burlada, por un oficialismo que recrudece en su autoritarismo y sordera.
La sesión prosiguió con el tratamiento de un nuevo Código de Faltas, otro incordio que llevaba consensuado unos 24 artículos de 29 tratados y pretendía aprobar 87 en la ocasión. Pero la cosa no iba a ser fácil, en reiteradas oportunidades el Concejal Luís Kessler planteó la imposibilidad de debatir un proyecto con un autor (Susana Tuzzio) que desconoce de la materia y por lo tanto no puede defenderlo en lo inmediato y queda supeditado a que la Jueza de Faltas con posterioridad admita o no la intención de modificación, en función de lo cual la mayoría sólo atina a aprobar para no tener que volver sobre el tema. Incluso llegó en un momento a plantear que las modificaciones al Código vigente podrían haberles sido encargadas a él y al Concejal Pedro Agost por tener conocimientos en la materia. También, Kessler dejó sentado que se había solicitado a la Juez de Faltas que participara en la defensa de sus argumentos pero que no se había dignado a comparecer. La cuestión terminó, como era previsible, en una torpe y ridícula discusión donde la supuesta autora del proyecto votaba en contra de las modificaciones que se introducían, Kessler lo hacía en contra en la mayoría de los casos, Ana María Nieto y Claudio Stevenot circunstancialmente votaban a favor o en contra, lo que hacía que el Presidente del Cuerpo se viese obligado a desempatar por votos cruzados entre bancadas, obvio, siempre a favor de la mayoría.
No puedo contarles cuánto debe contenerse quien no puede emitir conceptos ni opiniones, tampoco hacer catarsis como el más primitivo hombre de las cavernas maza en mano e insultos en ristre.
Pero lo destacado de la jornada estaba por llegar, y el concejal Luís Kessler inició su alocución sosteniendo que “en reiteradas oportunidades hemos hablado de la necesidad de contar con un presupuesto para los gastos del Concejo Deliberante…prestamos nuestro apoyo cuando se trato el tema de subsidiados y becados, si bien no estábamos del todo de acuerdo pensábamos que era una forma de otorgar trabajo y dignidad a los beneficiados…no teníamos secretaria, por lo menos podían habernos asignado una, pero no lo hicieron, no nos preocupamos por eso y no insistimos para que no se interpretara que estamos buscando algún tipo de negociación política, cosa que no vamos a hacer nunca…pagamos nuestra secretaria, compramos nuestra computadora, no tenemos teléfono porque no hay plata…en este caso, al contrario de lo que venimos sosteniendo en relación a la necesidad de que existan recursos en el Concejo Deliberante para hacer frente a los gastos, nos hemos enterado a través de la documentación que llega desde el Tribunal de Cuentas de que el Concejo Deliberante va a cenar y que los gastos alcanzan a un promedio de 50 pesos por comensal. Conociendo los servicios del restaurante puedo decir que comen muy bien, lo que me parece bárbaro, siempre y cuando lo paguen de su bolsillo, caso contrario me parece vergonzoso. Tomen en cuenta ustedes, concejales, y quienes puedan haber participando de estas comidas, que mucha gente de la que esta pagando sus consumiciones no tienen recursos para pagarse una comida de menor costo. O sea que es gente que esta solventando sus comidas, costosas, caras, y probablemente no tenga recursos para llevar la suya a su mesa. Hay que reflexionar sobre esto porque es una barbaridad.
No quiero generalizar, no quiero ser injusto para con aquellos que no han participado de estas comidas, pero de acuerdo con las facturas que poseemos, se trata de 3 y 4 comensales por comida (los concejales oficialistas presentes Susana Tuzzio, Pedro Oscar Agost e Iván Aliberti niegan haber participado de ninguna cena) …acá están las facturas a nombre del Concejo Deliberante…si nadie participó se abren otras hipótesis, hay varios temas para investigar, entre otros aquí no encontramos con facturas con numeración correlativa…se hace necesario y propongo la creación de una Comisión Investigadora…”.
Se notaba sorpresa en el rostro de los concejales oficialistas, Pedro Agost, trato de introducir el argumento de que no necesariamente podían haber acompañado al Viceintendente Francisco Mendieta (que a esa altura de los acontecimientos era el único directamente involucrado porque las facturas llevaban su firma) los concejales sino que podía haberse tratado de visitantes que por cuestiones protocolares fueron invitados y que el error fue que las facturas salieran a nombre del Concejo Deliberante en lugar del Poder Ejecutivo.
Este intento de defensa fracasó porque Mendieta dijo no recordar con quien había asistido al restaurante –volvió a preguntar a los concejales oficialistas si ellos habrían podido acompañarlo en alguna oportunidad, recibiendo una nueva negativa- y agregó que existían más facturas.
Ante ello, Kessler reiteró “razón de más para crear una comisión investigadora. El comerciante por si no va a imputar una factura al Concejo Deliberante sino se le ordena que lo haga. A ustedes les parece bien que de esta forma se estén defendiendo los intereses de la municipalidad, esto es un despojo. No se puede decir que dentro de las facultades discrecionales del Viceintendente pueda llevar a su familia, a sus amigos, a quien se le cante…yo lamento que acá, aparentemente, no se acepte la investigación de este hecho, porque ahora hay que saber quiénes han ido a estas cenas…por lo menos que se devuelvan esos dineros”.
Con posterioridad, Kessler reiteró el pedido de creación de una Comisión Investigadora, ante lo cual Mendieta manifestó que “estoy directamente involucrado, por eso lo más conveniente es que me aparte, me retire, y ustedes decidan sobre lo qué hacer”, acto seguido se retiró del recinto.
De inmediato, asumió la función de presidir el cuerpo el Concejal Aliverti, el que exigió se fuera a la votación para determinar la creación o no de la Comisión Investigadora –cabe apuntar que cada bancada estaba integrada por tres concejales, ya que la Concejal Fabiana Piva se había retirado por cuestiones personales a las 22 horas – por ende el resultado fue empate y Aliverti aplicó el doble voto sentenciando que “no, por ahora, a la conformación de la Comisión Investigadora”.
Las repercusiones de lo acontecido llevaron en la mañana del viernes a la participación del comerciante en cuestión, quien se puso en contacto con los ediles Kessler y Stevenot, en ambas oportunidades sostuvo que “es habitual que Concejales cenen en su restaurante y firmen la factura”, mencionando a alguno de los que dijeron nunca habían participado de los banquetes, adelantando que en caso de ser necesario a más de su testimonio podía agregarse el del personal de “parrilla, cocina y mozos que los atienden”. También apuntó, como lo hiciera Mendieta, que hay más facturas, entre ellas “las que corresponden a junio y julio”.
Recuadro
Las facturas y órdenes de pago
Las facturas en cuestión son cinco (5): fueron pagadas con la Orden de Pago Nº 1857 las correspondientes al viernes 23 de mayo (4 cenas) y jueves 29 de mayo (4 cenas) – por Orden de Pago Nº 1858 se abonó la correspondiente al jueves 24 de abril (3 cenas) – y por Orden de Pago Nº 1859 los servicios del jueves 10 de abril (3 cenas) y viernes 18 de abril (3 cenas).
Como puede apreciarse, un total de 17 cenas por un monto de 860 pesos, conformando un promedio por cena de 50 pesos. Las 5 facturas llevan la firma del ViceIntendente y Presidente del Concejo Deliberante Francisco Mendieta, las ordenes de pago llevan la autorización del intendente Marcos Sestopal y el Secretario de Economía y Hacienda Jorge Pafundo.
En el inicio del tratamiento del tema y a pesar de la virulencia del mismo, el oficialismo trato de imponer el acostumbrado “siempre se ha hecho”, la respuesta de la oposición fue que “eso no significa que fuera lo correcto y, de así haber sucedido, es tiempo de terminar con esa práctica”.
Recuadro
Yo no fui
Difícil, ciertamente difícil, es presenciar una situación de estas características, donde el aferramiento a las primeras declaraciones emitidas en la sorpresa provocan instancias de no retorno y con ello la mayor implicancia de los involucrados.
Ante la pregunta de quiénes participaron de estas cenas, concretada por Luís Kessler, la respuesta fue:
Susana Tuzzio: “Jamás. Siempre he manifestado que estoy totalmente en contra de este tipo de acciones”.
Iván Aliverti: “Nunca. No he comido a cuenta del Concejo Deliberante”
Pedro Agost: “Nunca. Jamás. No he participado de ninguna comida a cuenta del Concejo. La vez que he participado de una comida, los gastos corrieron por cuenta de los comensales”.
Francisco Mendieta: Admitió que las facturas llevan su firma y tras preguntar en reiteradas oportunidades a sus pares si alguno de ellos no lo había acompañado (tres veces), dijo no recordar con quien había compartido las comidas.
Recuadro
Nunca un Chori
Seguro que si se le pregunta a cualquier pibe de barrio qué opina del costo de las comidas de los concejales oficialistas (¿?), te responde, de una, “Nunca un chori”.
Y si, los costos son elevados para choripan, así lo sostenía el Concejal Luís Kessler y decía “acá hay vino del bueno, de lomo para arriba y complementos”.
Es cierto también que este tipo de gastos no son nuevos y únicos de esta administración, pero es momento de terminar con estos abusos, porque no son otra cosa, los concejales ganan lo suficiente como para enfrentar, de ser necesario, cuatro y más cenas mensuales a costos de 50 pesos. Sin dudas que si sale de su bolsillo los costos serían menores.
Tampoco la cosa se reduce al Concejo Deliberante, un repaso sobre alguna de las rendiciones de fondos fijos arrojan que hay áreas del Ejecutivo en donde de cada tres imputaciones, una y fracción esta relacionada con gastos de comidas de delivery, pizzerías, restaurantes y servicios de bar. Como también que hay facturaciones por servicios de restaurantes y/o bares de difícil explicación.
No es menos cierto que muchos de los contribuyentes para evitar enfrentarse a las graves situaciones que generan las deudas por tasas, invierten en ellas eliminando en ocasiones algún alimento de su satisfacción, en respeto a ese sacrificio y a la dignidad de cada funcionario es que se debe terminar con este tipo de gastos onerosos para el erario público.
También, es hora de que los funcionarios públicos en general dejen de mostrar estas actitudes que, como bien decía Diego Marandonna, hacen pensar que, mientras los dejen, son capaces de tomarle la leche al gato.
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