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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 7 de agosto de 2008

“La condición de niño no debería tener excepciones”

Los derechos de la infancia son parte esencial de los Derechos Humanos. No obstante en todo el mundo, especialmente en los países más pobres, son los Derechos Humanos más violados.
La infancia no puede sólo ser considerada como un sujeto de asistencia social, sino como la materia prima, más importante para el desarrollo de la Argentina.
En Septiembre de 1990, nuestro país, sancionó la Ley 23.849 que ratifica la Convención sobre los Derechos del niño. Este instrumento jurídico, hoy con rango constitucional, coloca a todos los niños, menores de 18 años, como sujetos plenos de derechos y compromete al Estado a garantizar a las familias y sus hijos, la educación la alimentación y todos los aspectos que hacen su bienestar. No obstante, en la Argentina de hoy, más del 40% de nuestros niños/as están desprotegidos y habitan un mundo, donde todo esta permitido, menos vivir una infancia digna.
Nuestra tierra se abona, todos los días, con niños menores de un año, que mueren por abandono, miles de niños están en la calle y muchos más se encuentran internados en institutos de menores, cárceles, clínicas psiquiátricas y comisarías; según datos de la UNICEF. Es decir, las formas de ejercicio de la violencia estructural contra los niños son múltiples; desde el incumplimiento de sus derechos más elementales, como la alimentación y la salud, el maltrato físico y mental, hasta el abuso sexual, la prostitución y el aniquilamiento de su condición, por drogadicción.
Los niños y los jóvenes sufren la marginación múltiple. La comunidad, las instituciones, la escuela, los empuja a una exclusión, cargada de injusticia.
No puede haber chicos abandonados, ni sin hogar. No puede haber chicos amontonados en orfanatos y correccionales, donde no consiguen recibir una verdadera educación. No puede existir, niños asesinados, con el pretexto de prevenir el crimen. Niños marcados… para morir.
La Convención de los Derechos del Niño intenta asegurar, a todos los niños/as, el derecho a la vida.
Es nuestro deber, nuestro derecho y nuestra obligación; respetar y hacer respetar, las normas que constituyen los elementos básicos, para que nuestros niños crezcan con dignidad.


Arlette Lacroux Barneda
Asesora en Minoridad y Familia
Centro de Protección Familiar - La Falda -

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