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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

viernes, 24 de junio de 2011

Un Concejo más delirante que nunca

Por Alfredo Ferrarassi

“Hay que tener cuidado al elegir los enemigos porque, con el tiempo, uno termina pareciéndose a ellos”.
Jorge Luis Borges


La Falda tiene un nuevo problema en puerta, otro conflicto que surge fruto de las desacertadas votaciones de los cuerpos colegiados como el Concejo Deliberante que por ignorancia o por tirarle todo el costo político a la oposición han aprobado una Ordenanza que vuelve abrir viejas heridas, que retrotrae todo a aquel desafortunado festival de fechas que jamás tuvo anclaje social y que fue resultado de no aceptar que hay algo que se llama ciencia y que deben respetarse los tiempos de ella y no los caprichos personales, aquellos que surgen de la necesidad de pasar a la historia como padre de la criatura, de los actos en los que pesan más los egos que las razones históricas.
Recientes congresos y publicaciones nos hicieron conocer que hay otras visiones sobre el pasado de nuestra provincia y de nuestras sierras. Estas nuevas miradas, que son fruto de las nuevas investigaciones y orientaciones de la historia nos permiten darnos cuenta que, cuando mínimo, hay que revisar todo lo escrito sobre nuestra ciudad ya que al poder comparar con otras realidades, podemos observar que hubo una sobrevaloración de lo que realmente significó el Edén Hotel y el verdadero peso que a nivel turístico tuvo.
Sin duda alguna las nuevas variables que se manejan en la actualidad sobre el pasado, en los que hay replanteos en cuanto a los papeles de los actores sociales, en especial las conquistas de los grupos que eran marginales en la Argentina, han insuflado nuevos aires a la historiografía y La Falda no es ajena a ello, al grado que una serie de visiones que se han sostenido hasta ahora de manera más intuitivas que científicas en poco tiempo van a quedar totalmente desactualizadas.
Todo esto aconsejaba esperar en cuanto a la resolución de tan importante tema como es el de fijar una fecha, máximo cuando hay en poco tiempo la asunción de nuevas autoridades y la posibilidad de conformación de una nueva Junta de Historia con especialistas en Ciencias Sociales, lo que garantizaría poder avanzar sobre el pasado de manera ordenada, con un lenguaje técnico común y con la metodología apropiada, no como ha sucedido hasta ahora en que solo existió un voluntarismo que no logró generar nada por fuera de algún esfuerzo individual.
Hoy se cuenta con egresados de la Universidad Nacional de Córdoba y otras del país, en ramas específicas ligadas a la historia que hubiera garantizado un trabajo interdisciplinario serio y en base a ese dictamen tomar recién una posición, pero en lugar de esperar, de actuar con cierta lógica, pesaron más las ambiciones personales, más “el yo fui el autor” que la más elemental lógica.
Hoy se abrieron nuevas heridas sobre las viejas existentes, hoy por culpa de un proyecto que podía esperar, difícilmente se puedan acercar pociones en un futuro, al grado que hasta dificultará poder compartir y construir cosas en común por la falta de tacto exhibida que terminó por separar definitivamente las aguas y en cada orilla del mar de la incomprensión se atrincherarán los seguidores de una y otra posturas.
Nadie podrá decir que no se advirtió lo que estaba sucediendo, de lo que podía pasar, de la necesidad de contar con una mesura especial, por ello nos preguntamos ¿Cuál era el apuro en sacar la Ordenanza en este periodo? Ojalá la respuesta la encuentren en lo profundo de la conciencia porque en la superficie dudo que puedan esgrimir una respuesta coherente, a no ser que se haya pecado de infantilismo y se haya pisado el palito por ingenuidad trasladando a las futuras autoridades un conflicto que era fácilmente evitable con solo dejar de lado un proyecto con una fecha tan cuestionable.
Después de la sanción de la Ordenanza queda el sabor amargo de haber sentido que hemos sido manipulados, que se montó una farsa cruel en varios actos, en la cual no existía desde el vamos la más mínima intención de modificar fecha alguna, en la que por una formalidad se invitó a quienes verdaderamente investigan, pero como convidados de piedra, como meros partenaires del nuevo circo montado en torno, vaya novedad, a la historia de La Falda.
Ha sido una parodia, en la que haber actuado de manera diferente hubiera resultado una verdadera anomalía en el habitual firmamento en el que se han venido desarrollando las cuestiones históricas en las últimas décadas.
Lo correcto hubiere sido un proyecto sin fecha y sin apuros una convocatoria amplia a esa nueva intelligentzia que hoy contamos, a los think tank, para que luego de una investigación seria surgiera aquella, no como sucedió que resultó embretada desde el vamos con una posición sostenida a rajatabla y que fundamentalmente representa a determinados sectores, no al pueblo en general.
El manejo de la situación, más allá de quien haya sido el autor, pareció una típica maniobra kirchnerista, ya que tenía sentencia de antemano y representaba la propuesta de “la corona local”.
También quiero señalar que en otros pueblos se debieron rectificar fechas por ser erróneas y eso será lo que aquí pasará, porque la lucha por la reparación y la vigencia de la verdad, más el derecho a conocer la verdadera identidad recién comienza, no sabemos cuánto tiempo llevará, pero de lo que si estamos seguros es que no cejaremos hasta que sea reconocida la fecha que no ofrece dudas, tal cual lo manifestáramos oportunamente.
Realizada esta larga introducción deseo explayarme en porque la fecha del 17 de Noviembre no es la correcta. En efecto, la misma representa los intereses de los ricos, la preeminencia de los papeles privados por sobre los públicos, es una historia a la que solo pueden acceder aquellos que tienen documentos, es decir unos pocos, el resto debemos ir a los archivos públicos, a las hemerotecas y bibliotecas públicas y allí cualquier vecino puede constatar que la primera escritura de un lote en La Falda es del 12 de Septiembre de 1914.
Por otro lado esta fecha garantiza que antes de ella lo que existía era una extensión de tierra de casi 900 hectáreas que allí comienza a fraccionarse, en cambio si se toma la de un papel privado no asegura en nada que no se puedan encontrar otras ventas u operaciones y que se las oculte por diversos motivos.
Tampoco y hasta donde sepamos, hubo un estudio serio del boleto de compra y venta, ya que seguramente se habrían anoticiado de las idas y venidas en el mismo de fechas y el argumento esgrimido se cae cuando se puede constatar que ese que si fue el primer lote vendido el 12 de septiembre de 1914, pero no el edificado, no fue el primer chalet de La Falda, razón más que suficiente para optar por la fecha de escrituración y no por un boleto entre dos particulares que no cumplieron con lo establecido.
Mientras tanto los temas verdaderamente importantes, aquellos que hacen a la historia negra de nuestra ciudad, aquella que nos vincula a los modelos autoritarios aquella que es necesario asumir y abordar, continúa durmiendo en sueño de los justos, puesto que las polémicas terminan siendo funcionales al “silencio piadoso” que se pretende reine.
Es en definitiva haber cerrado el ciclo de privatización que existe sobre la historia de La Falda y que tanto daño le está haciendo a la imagen de la ciudad, ya que no solo es haber concesionado el Edén Hotel y haber permitido que una historia infame sea contada, entre medio de fantasmas y otras yerbas, sino que lo privado esté por sobre lo público, es haber hecho el juego a un sistema y a una clase que se ensañó con el pueblo durante doce años y termina con esta fecha poniéndole el broche de oro a la Edad Media faldense.
La fecha del 17 de noviembre de 1913 es haber aislado al pueblo de sus orígenes, es someterlo a la dependencia de un sector, sacar la historia del sector público donde debe estar, es limitar el acceso libre a toda la documentación existente, es haber retrocedido en el tiempo hasta los años 40, es más allá de la militancia política, un manto de piedad sobre el pasado que termina rindiendo tributo al paraíso de la impunidad que es La Falda, ya que aquí se escondieron nazis, torturadores, traficantes de drogas, asesinos, curas pervertidos, por solo citar algunos casos.
Pero lo más bizarro de la cuestión es que en la casa asentada en el primer lote vendido encontró refugio nada más y nada menos de Adolf Eichmann, cuyo hijo se casara con Elvira Pummer la hija del jardinero. Cosas veredes Sancho!!!!!
Al fijar un boleto privado por sobre una escritura pública, el Concejo deberá, si guarda la más mínima coherencia, modificar una Ordenanza anterior sobre la fecha de compra de las tierras donde se construirá el Edén Hotel por parte de Bahlke, ya que en aquella oportunidad se tomo el 19 de Agosto, que era el de la escritura y no el del 16 que era el del boleto privado. Los que hoy sostienen la de este, en esa oportunidad dijeron lo contrario sobre la importancia del acto legal de la escrituración.
También nos preguntamos ¿aquel acto público cargado de solemnidad de colocar nombre a las calles circundantes al Edén de personajes histórico, tendrá aún valor porque se habló en el caso puntual de Roberto Bahlke de la compra de las tierras el 19 de agosto? ¿O acaso se le dirá a la gente que asistió, “fue una joda para Tinelli”? ¿Todas las Ordenanzas donde se habla de escrituras tendrán valor todavía o deberemos modificar la totalidad de ellas habida cuenta que para este Concejo los actos legales están por debajo de los privados? Lo que comenzó siendo un proyecto que pudo ser loable, terminó al contener una fecha tan cuestionable, siendo un mamarracho legal.
Comenzamos esta nota citando a Borges porque paradojalmente lo aprobado parece más la opinión de un oficialista que de un opositor y queremos cerrarla con otra frase del recordado escritor sobre lo que a nuestro juicio representa la votada ordenanza…“yo no hablo de venganzas ni perdones, el olvido es la única venganza y el único perdón”.

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