Nombre:
Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 28 de abril de 2011

El crecimiento sustentable

Por Alfredo Ferrarassi

En el último mes tuvimos la suerte de poder asistir a la inauguración de dos obras emblemáticas para la historia del norte cordobés, del cual formamos parte, aunque ello no esté del todo asumido por autoridades y vecinos.
La primera de ellas fueron las obras de restauración de la Posta Las Piedritas, situada a 7 kms de San Francisco de Chañar sobre el Camino Real, sitio donde fuera aprendido el ex Virrey Liniers, quien intentaba infructuosamente armar la contrarrevolución que restaurara el orden virreinal que había sido alterado por el movimiento patriota.
La otra encomiable labor ha sido la puesta en valor de la manzana en la cual se halla el imponente Santuario Mariano de Nuestra Señora de Tulumba y circundante a esta la hermosa ruina de una Capilla, que nos permiten comprender la importancia de esta Villa colonial. En el predio se erigieron construcciones de usos múltiples respetando los perfiles coloniales y en la plazoleta lateral una serie de caminos y muros en donde el uso de la piedra es predominante dando la sensación de estar visitando un lugar detenido en el tiempo.
Las calles han sido empedradas a la vieja usanza, con veredas haciendo juego y la implementación de luminarias acordes a las mejoras realizadas.
Tulumba es poder volver a los finales del siglo XVII y principios del XIX, es sentirse en medio de la historia, es la posibilidad de ver a los personajes que describiera Carlos Di Fulvio, en sus canciones, es poder darse cuenta de la importancia que supo tener en una época y del camino de grandeza que a partir de estas obras seguramente comenzará a transitar.
Ambas poblaciones, Tulumba y La Falda, parecen distantes si las vemos desde lo geográfico o si las comparamos desde lo estrictamente poblacional, sin embargo ambas presentan una serie de semejanzas que debemos comenzar a observar para darnos cuenta del significado diacrónico de ciertos acontecimientos que comienzan a tener su peso específico en un determinado momento histórico.
Por suerte el poder comparar distintas realidades, las cuales aparentemente no presentan coincidencias, nos permite ese “insigth” necesario para encontrar las respuestas que a veces se nos niegan, aunque las tengamos de frente, solo que por allí un simple carrizo nos impide ver el bosque.
En efecto, Tulumba fue hasta comienzos del siglo XX la “capital política” del norte cordobés, al grado que el 3 de Octubre de 1803 la monarquía borbónica la “corona” con el oficial titulo de Villa, con el correr del tiempo en sus calles se libraron más de una disputa entre partidarios de uno u otro caudillo federal, en una de sus casonas se ideó la conspiración en contra de Quiroga llevada a cabo en Barranca Yaco.
Era esta populosa población el punto obligatorio de la vida social y política de la parte comunicacional con el viejo Alto Perú, sin embargo quiso el destino que al realizarse la traza del Ferrocarril entre Deán Funes y Cruz del Eje quedara lejos de todo y así de poco a poco se fue estancando en el tiempo, se invaginó para desgracia de sus pobladores que terminaron marcados por el aislamiento, hasta este presente en donde parece cobrar la “indemnización” por tanto desaguisado histórico y sufrimiento, ya que los ancestros curtidos por casi un siglo de sufrimientos legaron un pueblo intacto en donde la cruel piqueta del progreso no tuvo cabida y hoy con la puesta en valor del Camino Real y los arreglos de sus epocales casas está llamada a ser un centro turístico que le devuelva a la región el antiguo esplendor perdido y que bien merecido tienen poder recuperar.
Paralelamente La Falda tuvo su nacimiento cuando se vende el primer lote de tierras de la Estancia La Falda y Edén Hotel el cual se escritura el 12 de septiembre de 1914.Pero más allá de este hecho puntual el nexo entre ambos procesos es indudablemente el FFCC, ya que en el caso de nuestra ciudad es esta vía de comunicación la que posibilita que ingentes contingentes de viajeros arriben a ésta y modifiquen el ritmo de vida de las tranquilas sierras de Córdoba. En cambio en Tulumba la ausencia del mismo la aisló del país, sin embargo hoy nos replanteamos varias “verdades” indiscutidas de nuestro pueblo porque al poder comparar las situaciones nos preguntamos si realmente la caída paulatina y sostenida de La Falda no fue consecuencia de la pérdida ferroviaria, más que de la adquisición de los gremios de varios hoteles que ya estaban en decadencia y que en poco tiempo más estarían imposibilitados de competir con otros centros muchos más modernos.
El turismo social, estimamos que no significó retroceso, sino el mantenimiento de una fuente de trabajo durante todo el año y el asegurar un caudal de visitantes que ahora no se regía por los parámetros estacionales clásicos. Lo que produce el impase en nuestra zona es, quiérase o no, la ausencia de una importantísima vía de comunicación, y así como excluyo a Tulumba, casi cien años después hizo lo propio con La Falda y veamos sino el caso más emblemático de Carlos Paz, al no tener un tendido férreo no crecía y recién lo hará cuando cuente con la autopista Pedro Gordillo, pero La Falda se quedó cuando no tuvo más el tren serrano y su conexión con Buenos Aires y cuando no fue capaz de generar un proyecto que le permitiera suplir aquella falta.
Hoy Tulumba está esperanzada en el desarrollo que generará en la región la puesta en valor del Camino Real, el cual traerá aparejado un movimiento turístico internacional y para ello se han tomado recaudos para que esta variable pueda llegar a ser sustentable y no impacte de manera negativa en la zona.
En cuanto a La Falda y su zona de influencia, las expectativas están puestas en el camino del Cuadrado, el cual antes de ser habilitado ya hirió de muerte a la cuenca acuífera y a la Reserva Ecológica de Vaquerías, algunos sueñan en los delirios “de una noche de verano” en la llegada incesante de turismo internacional, el cual de hacerlo vendrá en cuenta gotas y no precisamente por esa autovía.
Posteriormente a nuestra nota pasada nos informaron que el Tren de las Sierras llevaba en sus viajes hasta gente parada hacia Córdoba y viceversa, con lo cual el éxito de este proyecto es indiscutible, tanto como fenómeno turístico, como de transporte de pasajero.
Entonces nos preguntamos, si ese turismo internacional que esperamos, no será una analogía fantástica como aquella del esperado ataque a una fortaleza marítima griega que tan bien se describe en la tragedia de aquel origen, porque si es eso lo que esperamos estamos desahuciados, porque traer un puñado de brasileros para el Festival del Tango que dura unos pocos días es sencillamente un delirio de megalomanía que puede llegar a costarnos muy caro, el extender el tren hacia nuestra ciudad puede ser el comienzo de un nuevo desarrollo turístico, solo que ahora y planificación mediante puede llegar a ser sustentable, situación “que no fue en antes”.

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