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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 21 de abril de 2011

Cosas del subdesarrollo

Por Alfredo Ferrarassi

Hace un par de décadas se planteó en el seno de la comunidad científica Latinoamérica un tema que ha sido vital para el despegue de las economías regionales, el mismo se instaló a partir de un libro emblemático del economista Celso Furtado, “Desarrollo y Subdesarrollo”.
Este cientista social propuso una serie de medidas para que se pudiera salir del estancamiento en que estaba sumergida esta parte de América y que era vital aplicar para vencer el estancamiento estructural que se observaba.
Estas ideas tuvieron una serie de pensadores que marcaron época en la lucha contra la dependencia económica. Se hace entonces necesario citar a Raúl Previsch, Director de la CEPAL, quien colaboró con Frondizi con un recordado plan y años después en una autocritica hizo un aporte al presidente Alfonsín, a Theotonio Dos Santos, un economista e historiador, a André Gunder Frank un excelente cientista social muy cercano a la historia, Ruy Mauro Marini y por supuesto el propio Furtado.
En nuestro caso puntual, será la influencia de Previsch la que desembocará en la aplicación del tristemente recordado Plan Larkin por el cual se comenzará a desarmar la infraestructura ferroviaria argentina, comenzando con las privatizaciones periféricas de las entonces confiterías que contaban algunas terminales ferroviarias. También se planificó el cierre de talleres y ramales supuestamente deficitarios. La reacción no se hizo esperar, estallando las recordadas huelgas ferroviarias y terminó en la penosa aplicación del Plan CONINTES (Conmoción interna del Estado) que significó juzgar a los trabajadores del riel con el código militar, lo cual era una aberración jurídica a todas luces.
Producido el golpe de 1966 el onganiato pone en práctica el plan Flouret que no era nada más que la profundización de aquel otro de Larkin. Nuevamente huelgas, estallidos y la culminación en 1969 con el recordado Rosariazo por los despidos indiscriminados de trabajadores del ferrocarril.
La culminación de todo esto es la política de Menem cerrando ramales y aislando a zonas enteras de la Argentina, las cuales han caído en un subdesarrollo alarmante.
La línea conocida como Ramal A1 fue durante años la vía de comunicación tanto de personas como de mercaderías que permitió un fluido intercambio de “importaciones y exportaciones” no solo local, sino regional.
Se impone recordar, por caso, que en la década del 20 se produce en Tucumán una serie de eventos como inundaciones y una posterior sequía que terminan abatiendo la cosecha de caña de azúcar, el panorama era desalentador, sin embargo será la producción de remolacha azucarera de Punilla la que permita que la dulce sustancia no escasee en el mercado argentino, está de más señalar, pudo ser trasladada en el viejo ferrocarril y así paliarse la crisis.
Las vías vacías significaron la multiplicación del tráfico de camiones y el entorpecimiento de la ruta nacional 38. Los detractores del ferrocarril festejaron cuando paso el último tren. Estimamos que si hoy vivieran seguramente dejarían escapar una lágrima por sus mejillas por todo lo que significó aquel error táctico.
Seguramente alguno se preguntará a que viene esta larga perorata y déjeme contarle que hemos realizado el viaje en tren desde Cosquín a Córdoba y para nuestro asombro vimos como llegó casi lleno a la capital provincial, con un movimiento inimaginable entre las estaciones de San Roque a Rodríguez del Busto. Pero la sorpresa se produjo a la vuelta cuando de los tres vagones, dos de 56 asientos y uno de 52 salieron llenos y prácticamente llegaron así al punto final en la Capital del Folklore.
Lo que pudimos observar y eso que no era tiempo de vacaciones, es que al ser Córdoba un centro que recibe turismo internacional todo el año, más el de otras provincias, vinieron hasta el punto final más de cien personas que tenían tres horas y media para recorrer el punto de arribo, que convengamos tiene poco para ofrecer en cuanto a desarrollo turístico, más allá de la visita a la plaza Prospero Molina o el Balneario La Toma, después nada más lamentablemente.
Ello nos llevó a preguntar qué hacían todo ese tiempo y recabamos que compraban en algún regional y almorzaban, o sea que eran consumidores de lo poco que se les podía proponer.
Viendo que solo interrumpe la llegada a La Falda los obstáculos de Valle Hermoso, nos preguntamos porque se ha dejado pasar la oportunidad de velar por la llegada a nuestra ciudad del Tren de las Sierras y así captar ese turismo que sí encontraría las posibilidades de convertirse de consumidor pleno, con todo lo que ello significa y con todo lo que como pueblo podemos ofrecer.
Hemos escuchado decir que esperamos el turismo internacional, él cual supuestamente vendría desde el aeropuerto, aunque ello suena más a un sanateo barato, que a una realidad que pueda concretarse realmente.
Lo que sí es factible de desarrollar es ese caudal de gente que puede arribar vía ferroviaria y que preparando convenientemente circuitos, que incluyan de acuerdo al tiempo disponible algo de lo múltiple que tenemos para mostrar, entonces si tendríamos turismo internacional y hasta vender vía agencias un paquete que pudiera incluir hasta una estadía por un día y que permitiría tener una entrada permanente durante todo el año.
Para que se puedan concretar todas estas estrategias es necesario tener en claro que se necesitan estadistas que generen políticas de estado que lleven inexorablemente a la comunidad a desarrollarse. Por ello es imprescindible tener presente que en cada poder se necesitan los mejores hombres y que un ejecutivo dotado de un equipo acorde puede ser el impulsor de las medidas que nos permitan salir del actual estancamiento y subdesarrollo en que estamos.
Las ideas de Celso Furtado fueron continuadas, entre otros, por Fernando Henrique Cardozo un sociólogo y economista que fue por dos periodos continuos presidente de los Estados Unidos del Brasil y que logró gracias a una adecuada política de recursos dar el salto cualitativo de aquella economía y dejar sentadas las bases para que posteriormente Lula hiciera una adecuada redistribución de esa acumulación riquezas.
En el caso de La Falda donde observamos que cada vez tenemos menos hoteles y que salvo raras excepciones no alcanzan categorizaciones adecuadas, a la par que las temporadas se hacen cada vez más cortas, resultando que cada vez más difícil “pasar el invierno” y en donde la planificación y las políticas económicas parecen estar ausentes hasta ahora. Por ende se impone revisar el pasado productivo que tuvimos, ver como se puede volver a activar aquellas actividades rentables para volver alcanzar una ocupación plena y no estacional como es hasta ahora.
La activación momentánea con fines turísticos del ferrocarril y la proyección de otras funcionalidades para el corto plazo, pueden ser la punta del ovillo que debemos empezar a usar para tejer una urdimbre que nos permita salir de este modelo de administración que solo trajo ganancias al sector de los amigos del poder y ha sumergido al resto de la población en la dependencia y el clientelismo político del cual sólo se sale con los nuevos aires que da la renovación.

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