El Camino del Cuadrado ha producido graves daños y perjuicios

Por iniciativa de AsoproVida, en conferencia del biólogo Fernando Barri, se informó sobre los negativos impactos que está produciendo la obra, que no habría sido autorizada por la Secretaría de Ambiente de la provincia. Los estudios realizados por la universidad determinan que se han ejecutado construcciones defectuosas, que la empresa había informado al gobierno provincial de las dificultades que enfrentaba, pero que “alguien” o “alguienes” habían decidido la continuación de la obra. Los vecinos de Valle Hermoso sufren consecuencias de gravedad para su accionar cotidiano tras cada lluvia que destruye sus calles y afecta sus viviendas.

Organizada por la Asociación Pro Vida (AsoproVida) se concretó la presencia en La Falda de Biólogo Fernando Barri, quien expuso sobre los alcances perjudiciales que ha provocado la construcción del Camino del Cuadrado. En su alocución el profesional destacó que la obra se desarrolla sin la autorización de la Secretaría de Ambiente de la provincia y por ende ésta no habría acordado la factibilidad de ejecución. Manifestó asimismo que las estimaciones previas de los profesionales que encararon el trazado eran de encontrarse con un terreno de base rocosa, pero que eso no sucedió y que el suelo donde se trabajó es inestable, exigiendo de una importante cantidad de material para lograr estabilizarlo y conseguir el compactado necesario, lo que no puede hacerse con los taludes, que es donde se observa, a simple vista, el permanente deterioro tras cada lluvia de cierta consideración y son esas correntadas las que terminaron afectando el arroyo y Reserva Natural Vaquerías, como así también a parte de los barrios de Valle Hermoso, en particular Santa Teresa. Barri, señaló que como encargado del equipo de profesionales que está estudiando el tema para la universidad, recurrió con un pedido de informes al gobierno provincial, el que no lo ha respondido. También sostuvo que los profesionales que trabajan para la empresa tienen pleno conocimiento de los problemas que presenta la obra, que los han comunicado, en forma oportuna, ante el gobierno, pero que “alguien” o “alguienes”, desde esa esfera han ordenado continuar. Precisó que hay cosas que se han hecho mal y que la empresa constructora tiene plena conciencia de ello, pero que las presiones han obligado a que se continúe con lo proyectado. Aseverando que la obra ha provocado el quiebre del ecosistema y que en consecuencia ha afectado en forma grave el reservorio natural de aguas de la zona en cuestión.
Consultado por la existencia de recursos judiciales para tratar de detener la gravedad de los perjuicios, alegó que la universidad tiene en estudio una presentación, pero que los recursos interpuestos por asociaciones o por ciudadanos en forma individual tienen un alto costo y que la Justicia habitualmente acciona cuando hay una destacable movilización ciudadana, por tanto que lo aconsejable era encarar una labor conjunta con el elevado de notas a los diferentes estamentos de gobierno, a la universidad y toda organización oficial que pueda intervenir como mediadora en el conflicto originado.

En la ocasión, vecinos de Valle Hermoso hicieron conocer que habían cursado notas al Defensor del Pueblo de la Nación y al gobierno provincial, como también a la Secretaría de Obras Públicas municipal en la que solicitan que “vecinos del Barrio Santa Teresa…nos dirigimos a Ud. para hacerle saber que, después de las últimas precipitaciones pluviales, de regular intensidad, nuestras propiedades, ubicadas en las inmediaciones de las áreas de drenaje del nuevo Camino del Cuadrado, han sufrido los embates que producen grandes volúmenes de agua arrastrando, en forma descontrolada, todo tipo de escombros, arenas y material vegetal.
El agua, que baja de de la cuenca de la obra, desde que se comenzó a dinamitar la montaña y a modificar su topografía, lo hace con una velocidad y un poder erosivo que aumenta exponencialmente a medida que aumenta el volumen de hormigón vertido en la misma.
Esta situación produce que nuestras calles, al no estar pavimentadas, se conviertan en verdaderos canales de más de un metro de profundidad, que el agua invada y deteriore nuestras viviendas, nuestros muebles y todos los bienes que encuentra en su camino y que nos veamos aislados, sin poder entrar o salir de nuestros hogares, ni en forma peatonal, ni con vehículos, además del pésimo impacto ambiental generado.
Es por eso que solicitamos su intervención para que se proyecte una red de desagües pluviales subterráneos u obra similar, que conduzca el agua derivada de vuestra intervención hacia el Arroyo Vaquerías, y para que se ejecute el mismo en forma paralela al resto de la obra, subsanando de esta manera el daño ocasionado.
Queremos evitar que la fiesta que supone la inauguración de una obra de esta magnitud se convierta en un reclamo indefinido en el tiempo por la solución de este problema”.
La nota lleva la firma de alrededor de un centenar de vecinos y es de consignar que el ejemplo más grave que informaron los vecinos fue el de una familia que se ve obligada a abrir las puertas de frente y fondo para que el agua atraviese la vivienda, tratando de evitar que se socave el cimiento de la casa.

Es de destacar que a la reunión, que se desarrolló en el Salón Leopoldo Marechal de La Falda, sólo acudieron unos doce faldenses, estando representados los partidos Frente Federal de Acción Solidaria y Encuentro Vecinal La Falda, lo que demuestra la falta de participación ciudadana en un conflicto de trascendencia para la región. Esto, indudablemente, afecta la intención de reclamo mancomunado que se planteó en el debate, en el cuál como interrogante de fondo apareció qué tipo de conciencia ecológica, cuando menos, tenían las localidades que se ven afectadas por la obra. Sobre el particular, podría informárseles que desde la década del ´60, época en que se vislumbró esta posibilidad, la concientización que tienen los vecinos de La Falda, ciudad que centra la mayor cantidad de habitantes, pasa por los buenos negocios, inmobiliarios y turísticos, que pueden llegar a concretarse, por cuanto poco se han preocupado por los perjuicios que pueda ocasionar la obra, ya que no usan los caudales naturales de agua que provienen de ese sector de la serranía y tampoco sufren los aluviones que, evidentemente, se padecen en los barrios de Valle Hermoso.