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Lugar: La Falda, Córdoba, Argentina

El titular ha superado los 25 años en la actividad periodística, habiendo participado de los medios gráficos de la región, ha sido director de medios radiales y ha hecho televisión, fue corresponsal de La Voz del Interior.

jueves, 13 de enero de 2011

De Françoise Truffaut a Nicolás Heredia

Por Alfredo Ferrarassi

Me pareció que publicar ésta, la semana pasada, cuando se celebraban los 400 números de Ecos de Punilla podía ser tomado como un despropósito, por ello la dejamos para la nueva aparición del mismo.
En primer lugar debemos explicar por qué citamos al afamado cineasta Françoise Truffaut, representante de la “nouvelle vague” francesa y director de una obra emblemática como “Los 400 golpes”, que es la que permite relacionar a nuestro “Nico” con aquel. En efecto, más allá que la obra citada sea sobre un niño y todos los mazazos que le proporciona la vida, también puede leerse como una radiografía de las injusticias sociales que se registran en este modelo económico.
Lo que hemos pretendido poner de manifiesto es la concordancia entre el título del film y la idéntica cantidad de números del Ecos, ya que lo que ha logrado en estos años Nicolás Heredia es asentar cuatrocientos golpes de credibilidad, de periodismo independiente, de honestidad intelectual, pero por sobre todo, el saber despertar las potencialidades de cada uno de los que tenemos el orgullo de estar compartiendo este proyecto y que de no ser por su tesón, seguramente nos hubiera costado muchísimo más poder desarrollarlos.
En esto debemos ser muy claros, se puede contar con muchos y buenos anunciantes, ayuda oficial o no, pero ello bajo ningún punto de vista significará asegurar un éxito editorial como este, ya que es imprescindible conocer el hermoso oficio que es el del periodista, cosa que el “Negro” sabe en la zona como pocos.
Hace cerca de tres décadas, cuando formábamos parte del staff del Quid conocimos a Nicolás que se sumó al mismo con sus notas y posteriormente también compartimos esa utopía de que una revista local se convirtiera en provincial, un desafío que sin dudas quedará para siempre en los anales del periodismo cordobés.
Entre medio, los que nos habíamos quedado en La Falda nos lanzábamos con otra revista faldense como fue El Quijote. Aquellos sueños de los “años mozos” que se correspondían con la vuelta a la democracia, nos encontró en una acción de defensa del gobierno constitucional “cuidando” desde el Concejo Deliberante y la Municipalidad a este sistema de vida que los cara pintadas amenazaban con su asonada.
El acto en la Plaza San Martin, en la que participaron todos los sectores políticos locales y en los que por esas cosas de vida y de esta hermosa tarea de difundir noticias, nos hizo ser los únicos “oradores” leyendo un comunicado conjunto que elaboraron todas las fuerzas partidarias, las cuales no eran pocas por cierto.
Un 2 de enero de 1988 junto a Nicolás y David Buccini iniciábamos ante la fuerza arrolladora que tenía la irrupción de las FM en los diversos pueblos de la provincia un programa que hizo época y abrió rumbos en el periodismo local: “¨Punto y Contra Punto”. Allí por esa costumbre de poner sobrenombres que los cordobeses solemos tener, recuerdo lo bautice “La voz de cuarzo” de La Falda, un tanto por la emisora por donde salíamos y otro tanto porque en aquellos años la minería era una actividad muy importante aun en la región de Punilla.
Con esto quiero resaltar que conocemos a “Nico” desde siempre, para ser más precisos desde aquel ya lejano 1983 en donde le vi y escuche leer las noticias en la propaladora de Nito Maldonado en Valle Hermoso. Demasiados años, aunque pocos en la vida de los acontecimientos que se sucedieron en el centro norte del departamento y que siempre, ya sea en papel o en el “éter” de una u otra manera se fueron cubriendo y comentando.
Por ello cuando comenzó con el primer número del Ecos de Punilla sabíamos, porque no cabía otra alternativa, que la de un proyecto a muy largo plazo, que era una alternativa periodística nueva, que venía a llenar un espacio vacío que reclamaba este tipo de orientaciones en el tratamiento de la noticia.
Rosental Calmón Alves sostiene que “la democracia no es democracia si no hay un periodismo libre”, puesto que precisamente esta forma de vida se reinventa así misma a partir del ejercicio de una prensa independiente que forme ciudadanos libres y críticos de lo que les toca vivir, porque es esta una típica relación dialéctica, en donde los individuos pueden alcanzar su cenit existencial a partir de los elementos que la prensa le proporciona.
Sostenía Bernabé Serrano, el primer Presidente del viejo Círculo de la Prensa de Córdoba, que el ejercicio del periodismo se entrelaza hasta llegar a hermanarse con la historia, ya que sin saberlo están a diario escribiendo las noticias que mañana serán historia.
En los días finales del año del bicentenario, un grupo de investigadores de la UNC que está haciendo un trabajo sobre la influencia de la comunidad alemana en pueblos como el nuestro, me solicitaron consultar las colecciones de periódicos y revista que por aquella “manía” de coleccionarlos desde hace mas de 35 años la han convertido en una fuente de consulta casi obligatoria para ciertos temas.
Recuerdo que sabiendo de la cercanía de Nicolás Heredia con la historia del periodismo local y provincial, recomendé una entrevista con él, como forma de aproximación a la tarea a desarrollar en una etapa más avanzada del trabajo investigativo.
Dentro de este esquema de la historia de la prensa en La Falda, Ecos de Punilla alcanza un sitial preponderante, ya que al igual que aquel filme de Truffaut, cada una de sus ediciones ha sido en el más estricto sentido del término, un golpe que a lo largo de 400 números, puso límites a quienes detentan el poder, ya que bien sabido es que con publicaciones como ésta se ha establecido un límite a la impunidad gubernamental y de los grupos de amigos, por lo cual aquello de cuarto poder tiene, en este caso, más vigencia que nunca.
Abogamos por que dentro de otros ocho años podamos estar festejando otros 400 números más y hasta entonces tendremos tiempos de buscar otra similitud en los títulos para graficar con una nota un acontecimiento casi único en la historia del periodismo vallista.
Lo que sí es seguro, es que en la edición 900 estaremos citando el film de Bernardo Bertolucci “Novecento” para escribir la nota conmemorativa a tamaña hazaña periodística y una vez más reiterando los valores humanos y periodísticos de este “negro” que al igual que Roberto Fontanarrosa llena cada edición del Ecos de poesía, esperanza y por sobre todo de honestidad periodística.

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