La temporada terminó y no fue buena
Ricardo Abdemur sostuvo que la primera quincena de enero descompensó los resultados económicos esperados, a extremo tal que debió ser reducido el costo de las tarifas de alojamiento. Afirmó que la publicidad negativa que representó la difusión de los incendios y la falta de agua provocó que Córdoba fuera desestimada como destino turístico, agregando que la acción de la Policía Caminera produjo malestar en algunos visitantes.
El Presidente de la Asociación Serrana de Hoteles Ricardo Abdemur, en diálogo con Ecos de Punilla analizó la temporada turística definiendo que “fue muy marcada, con picos y bajadas muy abruptas con respecto al año pasado. En los primeros días de enero y me atrevería a decir que hasta el 20 de enero, coincidiendo con el Festival de Folclore de Cosquin, 20 días que han tenido ocupación del 50%, cuando decimos 50, 60% de promedio, estamos diciendo que hubo hoteles que trabajaron al 80, 85%, y otros que en esos veinte días lo hicieron entre un 15 ó 20%, la proyección la hace la Asociación Serrana de hoteles sobre el total de plazas y hoteles encuestados. Por supuesto que entre el 15 y 20 de enero se produjo un paulatino ascenso hasta llegar en la última semana a un nivel de ocupación que alcanzó entre un 90 y 95%. Lo que remarcamos es que la familia que nos visita ha estado sumamente acotada en lo económico. En lo que hace a febrero, la primera semana ha sido prácticamente nula, con ocupaciones que han llegado al 10, 12%, en la segunda semana se ha obtenido alrededor de un 15% de ocupación, y esperamos que haga un pico en el fin de semana, que deberíamos considerar el último con alguna magnitud de visitantes. Las expectativas están volcadas ahí, que por otra parte hay que considerarlo como cierre o final de de temporada”.
Consultado por si el pico favorable compensó la baja de la primera quincena de enero mantuvo que “es imposible mejorar la proyección de la temporada, la que el año anterior planteábamos sobre 60 días, esta estimación ha bajado a 45 días, y hoy estamos hablando de que hemos tenido sólo 15 días de trabajo a pleno. Ello nos indica que si tendríamos que compensar la proyección necesitaríamos multiplicar por tres la tarifa, lo que es un imposible, aún pensando en recomponerlas en un 30, 35% también se hizo imposible, por el contrario hubo que bajar las tarifas por la baja ocupación que significó la primera quincena de enero. Esto, sumado al incremento de los sueldos, casi un 90% con respecto al año anterior para empleados en blanco, el aumento en los costos de los servicios, agua, energía, los servicios municipales con un incremento del 200% en el período, en fin, es un desfasaje importante que se va a sentir en la economía local”.
Requerido por si coincidía con el Intendente Marcos Sestopal que había considerado como muy buena a la temporada manifestó que “intuyo que el poder político, en general, tiene una visión acotada a que íbamos a tener una mala temporada para Córdoba, en función de las publicaciones negativas que se originaron por los incendios y la falta de agua, que incluso llegó a ser promocionada desde ámbitos oficiales ante la necesidad de preservar el poco caudal de agua que se poseía y que ponía en riesgo los suministros en general y un amplio territorio de la provincia. Con esas referencias de base, creo que los funcionarios ante un buen nivel de turismo en la segunda quincena de enero, hacen esta estimación que servirá en lo político, pero que en nuestros comercios y hotelería se observan con claros signos negativos. La Falda presenta una importante diferencia con el resto de las poblaciones que la circundan, ya que posee un centro comercial destacado, quizás el más importante después de Carlos Paz, lo que hace que aquellos que se hospedan en otras localidades necesariamente, en algún momento, lleguen a nuestra ciudad, y esto redunda en la observación de una cantidad de gente de magnitud, pero que no pernocta en La Falda, y esto distorsiona la realidad de los números, porque ves un centro colmado, una Avda. Edén donde por momentos aparece saturada, entonces se dice La Falda está llena, pero eso no es real”.
En función de esta opinión se le preguntó qué acciones se han desarrollado o se piensan concretar para salir de la situación de crisis y qué variables ajustar para asegurar que la próxima temporada sea exitosa, aseveró que “en este momento estamos trabajando con el Ente de desarrollo Turístico del Valle de Punilla, haciéndolo también muy fuertemente como Asociación con Carlos Paz, en la jurisdicción que nos corresponde de Bialet Masse a Cruz del Eje, y la realidad es de honda preocupación, hemos mantenido reuniones con funcionarios de la Agencia Córdoba Turismo, se ha hecho eco de esta situación que estamos atravesando, obvio que pretende que trabajemos juntos en la búsqueda de soluciones, y entendemos que todo lo que se pueda hacer por el Valle y por la provincia en general debe generarse desde una gran mesa de debate, con amplia participación. En ese sentido se ha pedido una audiencia al gobernador Juan Schiaretti para tratar estos temas en forma conjunta, el sector público y el privado. El turismo requiere de políticas dinámicas que se adapten a los nuevos requerimientos, porque además la actividad es muy permeable al resto de los indicadores que aparentemente carecen de relación o se las estima como de orden secundario, pero que, de una u otra, la terminan afectando. En esto somos participes necesarios, nuestros hoteles son las cajas de resonancia donde se vuelca la percepción del que nos visita, sea esto bueno o malo, desde lo que considera un abuso de precio, a lo que considera una buena ruta, buena iluminación, una avenida muy bella pero a la que le faltan cestos, cualquier cosa que suceda en una plaza como la nuestra es observada y trasladada por el visitante y nosotros debemos informar de estas opiniones a las autoridades oficiales, como también hacernos ecos de ellas para mejorar en nuestros servicios desde la faz privada. Son muchas las cosas que entran en juego, estoy haciendo un resumen de lo que me voy acordando, la persona que nos visita nos indica que en los cajeros falta dinero, que las colas para acceder son largas, que están mal ubicados, debiendo soportar largos minutos a pleno sol, con problemas de caída de sistema, las calles con baches, la dificultad en algunos casos de contar con el agua necesaria por falta de presión, las camineras, que obligaron a mantener una conversación con el jefe de esa repartición, en Carlos Paz, porque los turistas estaban llegando a alojarse con dos boletas de infracción en el bolsillo, lo que pone de bastante mal humor a la gente, si a ello le agregas una ciudad a oscuras, por cortes rotativos de energía no con la virulencia que ha tenido Córdoba, pero ha sido notorio y produce cierta inseguridad para el visitante, todo esto provoca cierto escozor en el turista. Estos temas, los más importantes como publicidad negativa, que han sido el agua y un poco lo de la caminera, van a repercutir a futuro, no se recompone de una temporada para otra, el efecto multiplicador del boca a boca es desbastador en lo que a turismo refiere, así como un acierto tiene un efecto prácticamente inmediato, una falencia es difícil de revertir y va a marcar negativamente la temporada venidera, las que tiene que ver con el clima son imponderables, pero las que tiene que ver con el hombre y las decisiones políticas hay que estudiarlas y ajustarlas para que no provoquen efectos no deseados. A lo que hay que agregar en lo que hace a las políticas públicas, algo que no es nuevo pero a lo que no se le da solución, que es determinar con sumo cuidado y claridad el inicio y final del ciclo escolar, porque las falencias que ahí se provocan terminan afectando negativamente las regiones, como la nuestra, que viven de la explotación turística”.
El Presidente de la Asociación Serrana de Hoteles Ricardo Abdemur, en diálogo con Ecos de Punilla analizó la temporada turística definiendo que “fue muy marcada, con picos y bajadas muy abruptas con respecto al año pasado. En los primeros días de enero y me atrevería a decir que hasta el 20 de enero, coincidiendo con el Festival de Folclore de Cosquin, 20 días que han tenido ocupación del 50%, cuando decimos 50, 60% de promedio, estamos diciendo que hubo hoteles que trabajaron al 80, 85%, y otros que en esos veinte días lo hicieron entre un 15 ó 20%, la proyección la hace la Asociación Serrana de hoteles sobre el total de plazas y hoteles encuestados. Por supuesto que entre el 15 y 20 de enero se produjo un paulatino ascenso hasta llegar en la última semana a un nivel de ocupación que alcanzó entre un 90 y 95%. Lo que remarcamos es que la familia que nos visita ha estado sumamente acotada en lo económico. En lo que hace a febrero, la primera semana ha sido prácticamente nula, con ocupaciones que han llegado al 10, 12%, en la segunda semana se ha obtenido alrededor de un 15% de ocupación, y esperamos que haga un pico en el fin de semana, que deberíamos considerar el último con alguna magnitud de visitantes. Las expectativas están volcadas ahí, que por otra parte hay que considerarlo como cierre o final de de temporada”.
Consultado por si el pico favorable compensó la baja de la primera quincena de enero mantuvo que “es imposible mejorar la proyección de la temporada, la que el año anterior planteábamos sobre 60 días, esta estimación ha bajado a 45 días, y hoy estamos hablando de que hemos tenido sólo 15 días de trabajo a pleno. Ello nos indica que si tendríamos que compensar la proyección necesitaríamos multiplicar por tres la tarifa, lo que es un imposible, aún pensando en recomponerlas en un 30, 35% también se hizo imposible, por el contrario hubo que bajar las tarifas por la baja ocupación que significó la primera quincena de enero. Esto, sumado al incremento de los sueldos, casi un 90% con respecto al año anterior para empleados en blanco, el aumento en los costos de los servicios, agua, energía, los servicios municipales con un incremento del 200% en el período, en fin, es un desfasaje importante que se va a sentir en la economía local”.
Requerido por si coincidía con el Intendente Marcos Sestopal que había considerado como muy buena a la temporada manifestó que “intuyo que el poder político, en general, tiene una visión acotada a que íbamos a tener una mala temporada para Córdoba, en función de las publicaciones negativas que se originaron por los incendios y la falta de agua, que incluso llegó a ser promocionada desde ámbitos oficiales ante la necesidad de preservar el poco caudal de agua que se poseía y que ponía en riesgo los suministros en general y un amplio territorio de la provincia. Con esas referencias de base, creo que los funcionarios ante un buen nivel de turismo en la segunda quincena de enero, hacen esta estimación que servirá en lo político, pero que en nuestros comercios y hotelería se observan con claros signos negativos. La Falda presenta una importante diferencia con el resto de las poblaciones que la circundan, ya que posee un centro comercial destacado, quizás el más importante después de Carlos Paz, lo que hace que aquellos que se hospedan en otras localidades necesariamente, en algún momento, lleguen a nuestra ciudad, y esto redunda en la observación de una cantidad de gente de magnitud, pero que no pernocta en La Falda, y esto distorsiona la realidad de los números, porque ves un centro colmado, una Avda. Edén donde por momentos aparece saturada, entonces se dice La Falda está llena, pero eso no es real”.
En función de esta opinión se le preguntó qué acciones se han desarrollado o se piensan concretar para salir de la situación de crisis y qué variables ajustar para asegurar que la próxima temporada sea exitosa, aseveró que “en este momento estamos trabajando con el Ente de desarrollo Turístico del Valle de Punilla, haciéndolo también muy fuertemente como Asociación con Carlos Paz, en la jurisdicción que nos corresponde de Bialet Masse a Cruz del Eje, y la realidad es de honda preocupación, hemos mantenido reuniones con funcionarios de la Agencia Córdoba Turismo, se ha hecho eco de esta situación que estamos atravesando, obvio que pretende que trabajemos juntos en la búsqueda de soluciones, y entendemos que todo lo que se pueda hacer por el Valle y por la provincia en general debe generarse desde una gran mesa de debate, con amplia participación. En ese sentido se ha pedido una audiencia al gobernador Juan Schiaretti para tratar estos temas en forma conjunta, el sector público y el privado. El turismo requiere de políticas dinámicas que se adapten a los nuevos requerimientos, porque además la actividad es muy permeable al resto de los indicadores que aparentemente carecen de relación o se las estima como de orden secundario, pero que, de una u otra, la terminan afectando. En esto somos participes necesarios, nuestros hoteles son las cajas de resonancia donde se vuelca la percepción del que nos visita, sea esto bueno o malo, desde lo que considera un abuso de precio, a lo que considera una buena ruta, buena iluminación, una avenida muy bella pero a la que le faltan cestos, cualquier cosa que suceda en una plaza como la nuestra es observada y trasladada por el visitante y nosotros debemos informar de estas opiniones a las autoridades oficiales, como también hacernos ecos de ellas para mejorar en nuestros servicios desde la faz privada. Son muchas las cosas que entran en juego, estoy haciendo un resumen de lo que me voy acordando, la persona que nos visita nos indica que en los cajeros falta dinero, que las colas para acceder son largas, que están mal ubicados, debiendo soportar largos minutos a pleno sol, con problemas de caída de sistema, las calles con baches, la dificultad en algunos casos de contar con el agua necesaria por falta de presión, las camineras, que obligaron a mantener una conversación con el jefe de esa repartición, en Carlos Paz, porque los turistas estaban llegando a alojarse con dos boletas de infracción en el bolsillo, lo que pone de bastante mal humor a la gente, si a ello le agregas una ciudad a oscuras, por cortes rotativos de energía no con la virulencia que ha tenido Córdoba, pero ha sido notorio y produce cierta inseguridad para el visitante, todo esto provoca cierto escozor en el turista. Estos temas, los más importantes como publicidad negativa, que han sido el agua y un poco lo de la caminera, van a repercutir a futuro, no se recompone de una temporada para otra, el efecto multiplicador del boca a boca es desbastador en lo que a turismo refiere, así como un acierto tiene un efecto prácticamente inmediato, una falencia es difícil de revertir y va a marcar negativamente la temporada venidera, las que tiene que ver con el clima son imponderables, pero las que tiene que ver con el hombre y las decisiones políticas hay que estudiarlas y ajustarlas para que no provoquen efectos no deseados. A lo que hay que agregar en lo que hace a las políticas públicas, algo que no es nuevo pero a lo que no se le da solución, que es determinar con sumo cuidado y claridad el inicio y final del ciclo escolar, porque las falencias que ahí se provocan terminan afectando negativamente las regiones, como la nuestra, que viven de la explotación turística”.
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