El vertedero para enterramiento de residuos orgánicos de Punilla se construirá en Molinari
Así lo indica el avance de las conversaciones que se vienen desarrollando en la Comunidad Regional de Punilla. Se trataría de una planta de enterramiento de residuos secos enfardados, que posibilitaría asimismo la separación de los residuos inorgánicos reciclables.
Con la presidencia de Jorge Caserio, titular de la Comunidad Regional de Punilla y la participaron de autoridades y técnicos de la Secretaría de Ambiente del Gobierno Provincial, se concretó una nueva jornada de trabajo para determinar los pasos a seguir que permitirán que los municipios de Punilla erradiquen sus basurales a cielo abierto, y con ello atenúen las posibilidades de incendios que se originan por la acumulación de residuos en esos incontrolados asentamientos.
En las deliberaciones las autoridades de Ambiente dieron detalles técnicos sobre la factibilidad de la instalación de una planta final de enfardado en un predio cercano a la localidad de Molinari, a aproximadamente 4 kilómetros de la Ruta Nacional 38, (a la altura de la estación de peaje).
El proyecto consiste en la construcción de una planta de tratamiento de residuos secos enfardados. De acuerdo a esta iniciativa se prevé la separación de los residuos, que luego será seguida de la división de materiales plásticos, papel y residuos orgánicos en dicho predio, y posteriormente se realizará el enfardado del material orgánico. Una vez alcanzada esta etapa, esos residuos serán sometidos a un proceso de extracción de los líquidos lixiviados para, finalmente, ser depositados en fosas apropiadamente impermeabilizadas con membranas.
En el transcurso de la reunión, que tuvo una extensión superior a las dos horas, se evaluó también la posibilidad de la construcción de plantas de transferencia, a fin de aliviar los costos de transporte de los residuos para los municipios y comunas que están más alejadas de la planta de disposición final.
Se estudia la factibilidad de que las 24 localidades que integran la Comunidad Regional de Punilla puedan contar con 5 plantas de transferencia, de las cuales 2 ya están construidas y sólo necesitan ser refuncionalizadas. Las restantes serán construidas de manera tal que varias localidades cercanas queden agrupadas en el uso.
Es importante resaltar que, en la actualidad, todo el Valle de Punilla produce 80 toneladas de residuos en invierno, cifra que se ve duplicada en verano, generándose alrededor de 160 toneladas que son depositadas en basurales a cielo abierto, causando un altísimo impacto ambiental en toda la región.
Estos basurales constituyen una de las principales causas generadoras de incendios en todo el territorio de la provincia y de allí surge la intención de avanzar con rapidez en la construcción de obras que son imprescindibles para proceder a la clausura.
Si bien cada municipio o comuna tiene una realidad propia relacionada con el tratamiento de los residuos sólidos urbanos, existe el claro consenso sobre la necesidad de eliminar los basurales a cielo abierto, lo que oportunamente quedo reflejado en el dictado de una ley que establecía plazos para la erradicación, pero que evidentemente no fue cumplida, tanto por las autoridades provinciales, cuanto por las municipales, manteniéndose en el tiempo el antiguo sistema de acumulación de residuos en zonas alejadas de los ejidos municipales. Sin embargo, este ocultamiento no era propicio, ya que la falta de control, la acumulación de gases, las condiciones climáticas y otros factores ocasionan cada tanto siniestros de magnitud que provocan perdidas considerables, es entonces cuando se vuelve sobre la necesidad de cumplir con aquella legislación que se considera es la respuesta atinada a este problema. Cabe acotar, que precisamente por los alcances de esta ley, es que en su momento ( setiembre de 2006) estuvo detenido, por algunas horas, el ex Intendente de Los Cocos Javier Resille Reyes, acusado “como presunto autor de incendios reiterados, abuso de autoridad con concurso real y desobediencia a la autoridad, después que vecinos denunciaron que el incendio que arrasó con unas 7.000 hectáreas de pastizales y flora autóctona había comenzado en el basural municipal”.
También es de considerar el siniestro que se originara en el basural de La Falda y que motivara la erradicación del mismo y la construcción de la Planta de Transferencia de residuos de esa localidad, en total acatamiento de las disposiciones legales vigentes.
Precisamente, la instalación faldense de esa planta, trajo aparejado un significativo debate, ya que por su localización en el centro del Valle de Punilla y el tener en desarrollo una etapa del proceso, hacia que presentara condiciones para la radicación del vertedero en sus adyacencias, lo que habría generado la reacción del Intendente local, él que se negó a tal posibilidad por razones de índole turísticas y políticas.
Tal como precisáramos en ediciones anteriores, todo indica que en esta oportunidad la decisión política se ha acordado y las plantas de transferencia y vertedero aparecerán a la brevedad. En tal sentido se avanza, habiéndose fijado una nueva reunión para el 28 del corriente.
Con la presidencia de Jorge Caserio, titular de la Comunidad Regional de Punilla y la participaron de autoridades y técnicos de la Secretaría de Ambiente del Gobierno Provincial, se concretó una nueva jornada de trabajo para determinar los pasos a seguir que permitirán que los municipios de Punilla erradiquen sus basurales a cielo abierto, y con ello atenúen las posibilidades de incendios que se originan por la acumulación de residuos en esos incontrolados asentamientos.
En las deliberaciones las autoridades de Ambiente dieron detalles técnicos sobre la factibilidad de la instalación de una planta final de enfardado en un predio cercano a la localidad de Molinari, a aproximadamente 4 kilómetros de la Ruta Nacional 38, (a la altura de la estación de peaje).
El proyecto consiste en la construcción de una planta de tratamiento de residuos secos enfardados. De acuerdo a esta iniciativa se prevé la separación de los residuos, que luego será seguida de la división de materiales plásticos, papel y residuos orgánicos en dicho predio, y posteriormente se realizará el enfardado del material orgánico. Una vez alcanzada esta etapa, esos residuos serán sometidos a un proceso de extracción de los líquidos lixiviados para, finalmente, ser depositados en fosas apropiadamente impermeabilizadas con membranas.
En el transcurso de la reunión, que tuvo una extensión superior a las dos horas, se evaluó también la posibilidad de la construcción de plantas de transferencia, a fin de aliviar los costos de transporte de los residuos para los municipios y comunas que están más alejadas de la planta de disposición final.
Se estudia la factibilidad de que las 24 localidades que integran la Comunidad Regional de Punilla puedan contar con 5 plantas de transferencia, de las cuales 2 ya están construidas y sólo necesitan ser refuncionalizadas. Las restantes serán construidas de manera tal que varias localidades cercanas queden agrupadas en el uso.
Es importante resaltar que, en la actualidad, todo el Valle de Punilla produce 80 toneladas de residuos en invierno, cifra que se ve duplicada en verano, generándose alrededor de 160 toneladas que son depositadas en basurales a cielo abierto, causando un altísimo impacto ambiental en toda la región.
Estos basurales constituyen una de las principales causas generadoras de incendios en todo el territorio de la provincia y de allí surge la intención de avanzar con rapidez en la construcción de obras que son imprescindibles para proceder a la clausura.
Si bien cada municipio o comuna tiene una realidad propia relacionada con el tratamiento de los residuos sólidos urbanos, existe el claro consenso sobre la necesidad de eliminar los basurales a cielo abierto, lo que oportunamente quedo reflejado en el dictado de una ley que establecía plazos para la erradicación, pero que evidentemente no fue cumplida, tanto por las autoridades provinciales, cuanto por las municipales, manteniéndose en el tiempo el antiguo sistema de acumulación de residuos en zonas alejadas de los ejidos municipales. Sin embargo, este ocultamiento no era propicio, ya que la falta de control, la acumulación de gases, las condiciones climáticas y otros factores ocasionan cada tanto siniestros de magnitud que provocan perdidas considerables, es entonces cuando se vuelve sobre la necesidad de cumplir con aquella legislación que se considera es la respuesta atinada a este problema. Cabe acotar, que precisamente por los alcances de esta ley, es que en su momento ( setiembre de 2006) estuvo detenido, por algunas horas, el ex Intendente de Los Cocos Javier Resille Reyes, acusado “como presunto autor de incendios reiterados, abuso de autoridad con concurso real y desobediencia a la autoridad, después que vecinos denunciaron que el incendio que arrasó con unas 7.000 hectáreas de pastizales y flora autóctona había comenzado en el basural municipal”.
También es de considerar el siniestro que se originara en el basural de La Falda y que motivara la erradicación del mismo y la construcción de la Planta de Transferencia de residuos de esa localidad, en total acatamiento de las disposiciones legales vigentes.
Precisamente, la instalación faldense de esa planta, trajo aparejado un significativo debate, ya que por su localización en el centro del Valle de Punilla y el tener en desarrollo una etapa del proceso, hacia que presentara condiciones para la radicación del vertedero en sus adyacencias, lo que habría generado la reacción del Intendente local, él que se negó a tal posibilidad por razones de índole turísticas y políticas.
Tal como precisáramos en ediciones anteriores, todo indica que en esta oportunidad la decisión política se ha acordado y las plantas de transferencia y vertedero aparecerán a la brevedad. En tal sentido se avanza, habiéndose fijado una nueva reunión para el 28 del corriente.
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