El pez por la boca muere ¿Y el Gran Pez?
Segunda y última parte de la conferencia de prensa del Intendente de La Falda, donde afirmó su vocación por un relato imaginario de la realidad. Sus respuestas no encuentran hechos concretos que las respalden.
Por Davíd Buccini
www.buccinipress.blogspot.com
El intendente de La Falda, Marcos Sestopal, también conocido como el Gran Pez, tuvo definiciones asombrosas, contradictorias y falaces acerca de temas importantes de su gestión que acaba de cumplir seis años.
Quedó claro que Sestopal no tuvo ni tiene elementos sólidos para argumentar en defensa del modo en que decidió llevar adelante la obra del gas natural, la más importante de su gestión, impulsada sin consultar a nadie y sin realizar los análisis correspondientes de la realidad socio económica y la capacidad de pago de los vecinos. En una de las tantas discusiones, haciendo gala de su soberbia y desprecio hacia los ciudadanos, llegó a decir a una vecina que si no podía pagar la obra, que entonces vendiera su casa y se fuera a vivir a Huerta Grande. Y es este tipo de respuestas que da el Intendente lo que dispara las preguntas del caso ¿Habrá sido la intención real la de quedarse con varias propiedades de La Falda?
Este tema hay que relacionarlo con el caso del Procurador municipal Guillermo Piñeiro. En la conferencia de prensa se le preguntó al Intendente por las propiedades que habían cambiado de dueño, tras las intimaciones por deudas del Procurador, y sin llegar a los remates públicos. Primero lo negó, y luego dijo que si habían existido arreglos entre privados, su Gobierno no tenía nada que ver. La respuesta es la más parecida a la que dio días atrás el ministro de Planificación Julio De Vido tras ser consultado por el caso Skanka. De Vido aseguró que había sido “un caso de corrupción entre privados”. Una manera elegante de no quedar pegado al asunto. Una sofisticación aguda de la corrupción política oficial.
“¡Nada de lo bueno es barato!”
¿Cómo sigue la obra del gas? ¿Y a qué costo para los frentistas?
Como informáramos, quienes se están conectando desde los extremos de la mancha terminada están pagando el 30 % del valor que se le pretendía cobrar mediante la aplicación de la aberrante Fórmula Polinómica, lo que demuestra sin dudas el enorme sobreprecio de la obra frenada por la reacción vecinal.
Sestopal fue poco claro en cuanto a cómo seguiría la obra.
“El Municipio va a contratar al Ingeniero de la empresa; ya hemos presentado los trámites a Ecogas para continuar como administradores de la Empresa (UTE) si no nos manda el dinero en un plazo más a menos normal. Y después se va a ir gasificando con criterio extensivo, con los caños necesarios para llevar el gas a toda la ciudad. Con respecto a los costos no es lo mismo hacerlo por administración, no es lo mismo Mario Blanco (intendente de Cruz del Eje) que tiene 9 millones de pesos en su cuenta corriente, que lo hace con empleados municipales, que no tiene que pagar el costo financiero porque tiene la plata… es así, es así de fácil. Si uno hubiese tenido otro municipio, lo podría haber hecho de otra manera”.
En realidad, y siguiendo las palabras del Gran Pez, se podría haber hecho de otra manera si hubiésemos tenido no ya otro Municipio (es lo que hay), sino otro Intendente. Pareciera ser su razonamiento que así como él está acostumbrado a hoteles de lujo como el Sheraton, también estaría acostumbrado Sestopal a pagar más de lo que sale la obra porque la hace una empresa privada y amiga.
“Uno cuando buscó la manera de hacer la obra del gas la buscó dentro de esta dificultad que tenemos los faldenses de generar los recursos”, aseguró el Intendente, quien ante el escrutinio de la prensa dejó en claro, precisamente, que no se buscaron alternativas viables y más económicas para los vecinos. O sea que no se puso a trabajar en la búsqueda de precios y mejores opciones para los frentistas, ya que prefirió aceptar el paquetito armado que le llevaron los amigos de Combustibles Serranos S.A., la pata faldense de la UTE, que representa los intereses que defiende el Gran Pez a capa y espada.
- Si se hace por administración bajarían los costos para los vecinos, en razón de que no habrá ganancia empresaria, se le preguntó desde la lógica.
- Nosotros vamos a emitir los cedulones con los valores del 2007. Es así de fácil, insistió.
- Entonces Usted no reconoce que es una obra cara
- Yo no reconozco que sea una obra cara. Cara es no tener gas. Si nosotros hoy tuviéramos gas para La Falda, hubiera sido una obra barata. Fue cara... ¡Nada de lo bueno es barato!
Lo que el Intendente no puede explicar es porqué una obra tan beneficiosa y tan pensada y planificada por su administración se encontró con semejante oposición vecinal al punto que hoy se encuentra parada y sin solución a la vista ¿Tantas razones valederas en sus manos y semejante derrota política? La ciudad sigue sin gas por la improvisación, el desmanejo y las desmedidas ambiciones económicas de los empresarios y los funcionarios públicos.
“A Sestopal no le gusta dar explicaciones”
“Nosotros creíamos cuando asumimos que la ciudad de La Falda no tenía rumbo. No había manera de que pudieras consultar porque cada uno quería ir para una vereda distinta. Así que nosotros la manejamos, la trabajamos y la llevamos hacia un lugar que creemos que es el correcto. Después llegó la época de que las cosas persistan más allá del Gobierno. De que la ciudad recupere las instituciones…”
Curiosa idea la de Sestopal. En realidad, cuando asumió esta administración, al igual que sucedió con la Provincia y la Nación, se registró la levantada económica luego de la crisis del 2001 y, entre cosas, se registraron los más altos niveles de pagos impositivos y se recibieron las mayores sumas en coparticipación en décadas. Mientras eso ocurría, y la plata ingresó fuertemente a las arcas municipales, Sestopal y sus laderos decidieron repartirse entre los Amigos del Poder cuanto negocio rentable anduviera dando vuelta. Y para que eso fuera posible, había que cerrar o no abrir todos los mecanismos de participación. Sucede que cuando los ciudadanos participan de la cosa pública, es mucho más difícil para las autoridades de turno meter a discreción la mano en la lata de los dineros públicos. Así que nunca se presentaron balances del 7 Casacadas ni del Festival del Tango, se dieron todas las licitaciones a los Amigos, se amplió a extremos absurdos la posibilidad de contrataciones directas (hasta 100 mil pesos actualmente), y se rechazaron decenas de pedidos de informes solicitando aclaración del manejo y destino final de los dineros administrados. Se gastó, como se sabe y publicamos a través de estos años, a mansalva y sin control.
En este sentido, hay un relato que la Tribuno por la oposición, Nora Piaggio, hizo recientemente a este cronista conversando por los gastos personales de lujo del Intendente. Como se sabe, hay tres miembros en el Tribunal de Cuentas, que es el organismo de control del Ejecutivo. Dos por el oficialismo y uno por la oposición. Cuando Piaggio relataba los gastos descontrolados del Intendente, pregunté qué decían de esto los Tribunos del oficialismo, tratando de saber cuál era su posición al respecto. Piaggio respondió así: “Le dije ante estos gastos injustificados a Osvaldo Seis Dedos (Tribuno oficialista), que por favor tratara de buscar, como miembro del Partido gobernante, algún freno a esta locura de gastos caros y superfluos. Y entonces me dijo: ‘Vos sabés cómo es Sestopal… No le gusta que le pidan explicaciones’. Y cuando insisto en los controles, entonces viene Mendieta y me dice que mande todo al Concejo Deliberante, total…”.
Total son mayoría y te aplican el cinco a tres y a cantarle a Magoya, como dijo el concejal Iván Aliverti a los vecinos reunidos en Audiencia Pública.
Así que de hecho tenemos un Intendente que no le gusta explicar lo que hace con el dinero que no es de él. Un caso no tan curioso y una actitud que ayuda a entender muchas cosas de su administración.
Volviendo a su idea de participación ciudadana, cuando el Municipio tuvo dinero en épocas de vacas gordas, el Gran Pez le dijo ¡minga! a la participación e hizo todo como quiso y sin control efectivo. Pero cuando la crisis comenzó a golpear, y ya no hay manteca para tirar al techo, entonces llama a la participación ciudadana para que traigan ideas. En buena hora, claro está, que así suceda. Pero sus argumentos son tan infantiles que así como dice haber rechazado esa participación “porque cada uno quería ir para una vereda distinta”, ahora se busca la participación y presuntamente el consenso para unir criterios, precisamente, de personas que querrán ir por veredas distintas. Si esto no fuera así, no haría falta buscar el consenso porque ya lo tendríamos. Todo una tremenda boludés argumental que la dice suelto de cuerpo, como si la tuviera re clara. Y esto le sucede con su discurso porque otra vez intenta tergiversar la verdad de los hechos ocurridos, tratando de mentirnos para adecuar sus erradas posturas a la verdad de la realidad.
Buonamico es el mejor delfín del Gran Pez
Cuando asumió hace seis años, de un plumazo terminó con el Ente de Turismo, donde algunos sectores privados vinculados a la industria tenían no sólo poder de opinión y voto sobre las políticas a seguir, sino el control de los gastos. No hay ciudad turística moderna y eficaz que no cuente hoy con esta herramienta de participación. Pero aquí la sigue negando sencillamente porque no quiere que se controlen los dineros que maneja su amigo el secretario de Turismo Daniel Buonamico, otro que gasta a discreción y sin rendir cuentas los dineros que no son de él. Y si no veamos el caso de los balances del Festival del Tango. Consultado por el tema, la aclaración vino de parte del Vice Mendieta, quien aseguró que semanas atrás, por primera vez, se aprobó en el Concejo Deliberante dicho balance. Nunca lo habían hecho hasta ahora, en seis años de gestión. Buonamico no puede afirmar, con los números en la mano aprobados administrativamente, que gastó con honestidad una impresionante cantidad de dinero público destinado no sólo al Tango, sino a sucesivas y costosas contrataciones de espectáculos artísticos gratuitos, o al mamarracho que intentó al comienzo con “La Falda Aventura”, que ya quedó en el olvido, entre tantas otras cosas. Como un grampecista de ley se ampara en el éxito efímero de las cosas. Así, el Festival del Tango salió bárbaro, por lo que no hay que hablar de cómo se gastó el dinero. Tampoco debe explicar por qué decide poner un escenario con espectáculos gratuitos justo frente a su negocio de tablas y vinos, cortando la circulación de la ciudad para poner en la calle unas cuantas mesas que lo ayudan a facturar para pasar el invierno, aunque para eso deba también hacer fraude con su conexión de luz domiciliaria. Un menemkirchnerista a prueba de balas.
La Terminal, un espejo de la ciudad
¿Qué prioridad tiene la Terminal de ómnibus en este momento?, se le preguntó. Y dijo Sestopal:
“Nosotros tenemos dos proyectos presentados y una promesa del Gobernador para arreglarla. De todas maneras venimos haciendo un esfuerzo del Municipio para ir poniéndola, arreglándola, pero está lejos del proyecto de Terminal que tenemos. Creemos que antes que nos vayamos va a estar mejorada como tiene que ser para poder brindar a los turistas una mejor puerta de entrada. Está mejor de lo que estaba antes, está más organizada”.
- Está bastante deteriorada y está peor que antes, peor que nunca. Las dársenas destruidas, las veredas, la plataforma y el pavimento lleno de pozos, sucia, con la cartelería rota, las paredes descascaradas.
- No, no, yo comparto con vos. La Terminal no está buena, pero estaba peor.
- Nunca la vimos así de mal, se le refutó.
Y este breve diálogo es revelador. Porque lo cierto es que, en general, la ciudad está deslucida. Veredas y calles rotas y sucias, iluminación escasa, polución visual lacerante. No hay un puto tachito de basura en toda la ciudad. Pero ante esta realidad palpable, el Intendente nos dice que estamos en la mejor ciudad. Y no hace falta más que ir a los otros pueblos de Punilla y comparar. La Terminal de cada pueblo, el mobiliario urbano, la limpieza de las calles y el estado de los pavimentos. Lo esencial de una administración municipal es lo que no se hace. Y es lo que nos repiten los funcionarios que está todo bien, que nunca fue mejor. En otras palabras, mientras nos mean, este Gobierno se pone contento y nos dice que llueve.
La ayuda social y los bonos indignos
Se cuestionó al Gobierno por la indigna utilización de “Bonos Solidarios” para ayuda social. Este mecanismo, como informáramos, significa que los funcionarios andan con unos pesos en el bolsillo y, cuando viene una persona con problemas económicos, le dan un bono de $ 20 ó $ 40. Así como funciona, es dinero tirado a la basura, que no resuelve el tema social y que alimenta el clientelismo en estado puro. Pero luego de esto Sestopal se esmeró en especificar una difusa cantidad de acciones de ayuda social, que él se encargó de destacar como producto de un gran esfuerzo del Gobierno por los más necesitados. Y luego de realzar lo maravilloso de esta política llevada a cabo, se lo consultó entonces por qué, si está tan conforme con el área social, le pidió la renuncia a la responsable Miriam Arnedo. Según sus palabras, la ex funcionaria no había comunicado bien todo lo hecho. O sea que debemos creerle que no se trató de una represalia por cuestiones de interna política, sino porque Arnedo no fue, como secretaria de Acción Social, una buena periodista.
No hay mal que dure cien años
A pesar de haber negado su intención de renunciar al cargo de Intendente, parece que el hecho existió. Y que no abandonó presionado por el Ministro Carlos Caserio, quien le impuso quedarse en el cargo hasta el final del mandato. Así que Caserio no sólo lo impuso políticamente hace seis años para ofrecer a La Falda este gran administrador, sino que ahora el ministro de Gobierno nos empernó a todos por otros dos años. Gracias por sus gestiones Ministro, pero en lo siguiente podría usted ocuparse de otras ciudades ¡Por favor!
En el mientras tanto, Sestopal bate récord de inasistencia a su puesto de trabajo. Hasta la fecha han sido más los días que no fue a trabajar que los que efectivamente está en su puesto. El Gran Pez argumenta, vinculado a esto, que sus permanentes viajes al exterior le permiten gestionar grandes cosas para la ciudad. Pero en seis años, aún no trajo ningún beneficio concreto, más allá de sus permanentes vacaciones al exterior, naturalmente parando, como se merece, en hoteles de lujo.
Por Davíd Buccini
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El intendente de La Falda, Marcos Sestopal, también conocido como el Gran Pez, tuvo definiciones asombrosas, contradictorias y falaces acerca de temas importantes de su gestión que acaba de cumplir seis años.
Quedó claro que Sestopal no tuvo ni tiene elementos sólidos para argumentar en defensa del modo en que decidió llevar adelante la obra del gas natural, la más importante de su gestión, impulsada sin consultar a nadie y sin realizar los análisis correspondientes de la realidad socio económica y la capacidad de pago de los vecinos. En una de las tantas discusiones, haciendo gala de su soberbia y desprecio hacia los ciudadanos, llegó a decir a una vecina que si no podía pagar la obra, que entonces vendiera su casa y se fuera a vivir a Huerta Grande. Y es este tipo de respuestas que da el Intendente lo que dispara las preguntas del caso ¿Habrá sido la intención real la de quedarse con varias propiedades de La Falda?
Este tema hay que relacionarlo con el caso del Procurador municipal Guillermo Piñeiro. En la conferencia de prensa se le preguntó al Intendente por las propiedades que habían cambiado de dueño, tras las intimaciones por deudas del Procurador, y sin llegar a los remates públicos. Primero lo negó, y luego dijo que si habían existido arreglos entre privados, su Gobierno no tenía nada que ver. La respuesta es la más parecida a la que dio días atrás el ministro de Planificación Julio De Vido tras ser consultado por el caso Skanka. De Vido aseguró que había sido “un caso de corrupción entre privados”. Una manera elegante de no quedar pegado al asunto. Una sofisticación aguda de la corrupción política oficial.
“¡Nada de lo bueno es barato!”
¿Cómo sigue la obra del gas? ¿Y a qué costo para los frentistas?
Como informáramos, quienes se están conectando desde los extremos de la mancha terminada están pagando el 30 % del valor que se le pretendía cobrar mediante la aplicación de la aberrante Fórmula Polinómica, lo que demuestra sin dudas el enorme sobreprecio de la obra frenada por la reacción vecinal.
Sestopal fue poco claro en cuanto a cómo seguiría la obra.
“El Municipio va a contratar al Ingeniero de la empresa; ya hemos presentado los trámites a Ecogas para continuar como administradores de la Empresa (UTE) si no nos manda el dinero en un plazo más a menos normal. Y después se va a ir gasificando con criterio extensivo, con los caños necesarios para llevar el gas a toda la ciudad. Con respecto a los costos no es lo mismo hacerlo por administración, no es lo mismo Mario Blanco (intendente de Cruz del Eje) que tiene 9 millones de pesos en su cuenta corriente, que lo hace con empleados municipales, que no tiene que pagar el costo financiero porque tiene la plata… es así, es así de fácil. Si uno hubiese tenido otro municipio, lo podría haber hecho de otra manera”.
En realidad, y siguiendo las palabras del Gran Pez, se podría haber hecho de otra manera si hubiésemos tenido no ya otro Municipio (es lo que hay), sino otro Intendente. Pareciera ser su razonamiento que así como él está acostumbrado a hoteles de lujo como el Sheraton, también estaría acostumbrado Sestopal a pagar más de lo que sale la obra porque la hace una empresa privada y amiga.
“Uno cuando buscó la manera de hacer la obra del gas la buscó dentro de esta dificultad que tenemos los faldenses de generar los recursos”, aseguró el Intendente, quien ante el escrutinio de la prensa dejó en claro, precisamente, que no se buscaron alternativas viables y más económicas para los vecinos. O sea que no se puso a trabajar en la búsqueda de precios y mejores opciones para los frentistas, ya que prefirió aceptar el paquetito armado que le llevaron los amigos de Combustibles Serranos S.A., la pata faldense de la UTE, que representa los intereses que defiende el Gran Pez a capa y espada.
- Si se hace por administración bajarían los costos para los vecinos, en razón de que no habrá ganancia empresaria, se le preguntó desde la lógica.
- Nosotros vamos a emitir los cedulones con los valores del 2007. Es así de fácil, insistió.
- Entonces Usted no reconoce que es una obra cara
- Yo no reconozco que sea una obra cara. Cara es no tener gas. Si nosotros hoy tuviéramos gas para La Falda, hubiera sido una obra barata. Fue cara... ¡Nada de lo bueno es barato!
Lo que el Intendente no puede explicar es porqué una obra tan beneficiosa y tan pensada y planificada por su administración se encontró con semejante oposición vecinal al punto que hoy se encuentra parada y sin solución a la vista ¿Tantas razones valederas en sus manos y semejante derrota política? La ciudad sigue sin gas por la improvisación, el desmanejo y las desmedidas ambiciones económicas de los empresarios y los funcionarios públicos.
“A Sestopal no le gusta dar explicaciones”
“Nosotros creíamos cuando asumimos que la ciudad de La Falda no tenía rumbo. No había manera de que pudieras consultar porque cada uno quería ir para una vereda distinta. Así que nosotros la manejamos, la trabajamos y la llevamos hacia un lugar que creemos que es el correcto. Después llegó la época de que las cosas persistan más allá del Gobierno. De que la ciudad recupere las instituciones…”
Curiosa idea la de Sestopal. En realidad, cuando asumió esta administración, al igual que sucedió con la Provincia y la Nación, se registró la levantada económica luego de la crisis del 2001 y, entre cosas, se registraron los más altos niveles de pagos impositivos y se recibieron las mayores sumas en coparticipación en décadas. Mientras eso ocurría, y la plata ingresó fuertemente a las arcas municipales, Sestopal y sus laderos decidieron repartirse entre los Amigos del Poder cuanto negocio rentable anduviera dando vuelta. Y para que eso fuera posible, había que cerrar o no abrir todos los mecanismos de participación. Sucede que cuando los ciudadanos participan de la cosa pública, es mucho más difícil para las autoridades de turno meter a discreción la mano en la lata de los dineros públicos. Así que nunca se presentaron balances del 7 Casacadas ni del Festival del Tango, se dieron todas las licitaciones a los Amigos, se amplió a extremos absurdos la posibilidad de contrataciones directas (hasta 100 mil pesos actualmente), y se rechazaron decenas de pedidos de informes solicitando aclaración del manejo y destino final de los dineros administrados. Se gastó, como se sabe y publicamos a través de estos años, a mansalva y sin control.
En este sentido, hay un relato que la Tribuno por la oposición, Nora Piaggio, hizo recientemente a este cronista conversando por los gastos personales de lujo del Intendente. Como se sabe, hay tres miembros en el Tribunal de Cuentas, que es el organismo de control del Ejecutivo. Dos por el oficialismo y uno por la oposición. Cuando Piaggio relataba los gastos descontrolados del Intendente, pregunté qué decían de esto los Tribunos del oficialismo, tratando de saber cuál era su posición al respecto. Piaggio respondió así: “Le dije ante estos gastos injustificados a Osvaldo Seis Dedos (Tribuno oficialista), que por favor tratara de buscar, como miembro del Partido gobernante, algún freno a esta locura de gastos caros y superfluos. Y entonces me dijo: ‘Vos sabés cómo es Sestopal… No le gusta que le pidan explicaciones’. Y cuando insisto en los controles, entonces viene Mendieta y me dice que mande todo al Concejo Deliberante, total…”.
Total son mayoría y te aplican el cinco a tres y a cantarle a Magoya, como dijo el concejal Iván Aliverti a los vecinos reunidos en Audiencia Pública.
Así que de hecho tenemos un Intendente que no le gusta explicar lo que hace con el dinero que no es de él. Un caso no tan curioso y una actitud que ayuda a entender muchas cosas de su administración.
Volviendo a su idea de participación ciudadana, cuando el Municipio tuvo dinero en épocas de vacas gordas, el Gran Pez le dijo ¡minga! a la participación e hizo todo como quiso y sin control efectivo. Pero cuando la crisis comenzó a golpear, y ya no hay manteca para tirar al techo, entonces llama a la participación ciudadana para que traigan ideas. En buena hora, claro está, que así suceda. Pero sus argumentos son tan infantiles que así como dice haber rechazado esa participación “porque cada uno quería ir para una vereda distinta”, ahora se busca la participación y presuntamente el consenso para unir criterios, precisamente, de personas que querrán ir por veredas distintas. Si esto no fuera así, no haría falta buscar el consenso porque ya lo tendríamos. Todo una tremenda boludés argumental que la dice suelto de cuerpo, como si la tuviera re clara. Y esto le sucede con su discurso porque otra vez intenta tergiversar la verdad de los hechos ocurridos, tratando de mentirnos para adecuar sus erradas posturas a la verdad de la realidad.
Buonamico es el mejor delfín del Gran Pez
Cuando asumió hace seis años, de un plumazo terminó con el Ente de Turismo, donde algunos sectores privados vinculados a la industria tenían no sólo poder de opinión y voto sobre las políticas a seguir, sino el control de los gastos. No hay ciudad turística moderna y eficaz que no cuente hoy con esta herramienta de participación. Pero aquí la sigue negando sencillamente porque no quiere que se controlen los dineros que maneja su amigo el secretario de Turismo Daniel Buonamico, otro que gasta a discreción y sin rendir cuentas los dineros que no son de él. Y si no veamos el caso de los balances del Festival del Tango. Consultado por el tema, la aclaración vino de parte del Vice Mendieta, quien aseguró que semanas atrás, por primera vez, se aprobó en el Concejo Deliberante dicho balance. Nunca lo habían hecho hasta ahora, en seis años de gestión. Buonamico no puede afirmar, con los números en la mano aprobados administrativamente, que gastó con honestidad una impresionante cantidad de dinero público destinado no sólo al Tango, sino a sucesivas y costosas contrataciones de espectáculos artísticos gratuitos, o al mamarracho que intentó al comienzo con “La Falda Aventura”, que ya quedó en el olvido, entre tantas otras cosas. Como un grampecista de ley se ampara en el éxito efímero de las cosas. Así, el Festival del Tango salió bárbaro, por lo que no hay que hablar de cómo se gastó el dinero. Tampoco debe explicar por qué decide poner un escenario con espectáculos gratuitos justo frente a su negocio de tablas y vinos, cortando la circulación de la ciudad para poner en la calle unas cuantas mesas que lo ayudan a facturar para pasar el invierno, aunque para eso deba también hacer fraude con su conexión de luz domiciliaria. Un menemkirchnerista a prueba de balas.
La Terminal, un espejo de la ciudad
¿Qué prioridad tiene la Terminal de ómnibus en este momento?, se le preguntó. Y dijo Sestopal:
“Nosotros tenemos dos proyectos presentados y una promesa del Gobernador para arreglarla. De todas maneras venimos haciendo un esfuerzo del Municipio para ir poniéndola, arreglándola, pero está lejos del proyecto de Terminal que tenemos. Creemos que antes que nos vayamos va a estar mejorada como tiene que ser para poder brindar a los turistas una mejor puerta de entrada. Está mejor de lo que estaba antes, está más organizada”.
- Está bastante deteriorada y está peor que antes, peor que nunca. Las dársenas destruidas, las veredas, la plataforma y el pavimento lleno de pozos, sucia, con la cartelería rota, las paredes descascaradas.
- No, no, yo comparto con vos. La Terminal no está buena, pero estaba peor.
- Nunca la vimos así de mal, se le refutó.
Y este breve diálogo es revelador. Porque lo cierto es que, en general, la ciudad está deslucida. Veredas y calles rotas y sucias, iluminación escasa, polución visual lacerante. No hay un puto tachito de basura en toda la ciudad. Pero ante esta realidad palpable, el Intendente nos dice que estamos en la mejor ciudad. Y no hace falta más que ir a los otros pueblos de Punilla y comparar. La Terminal de cada pueblo, el mobiliario urbano, la limpieza de las calles y el estado de los pavimentos. Lo esencial de una administración municipal es lo que no se hace. Y es lo que nos repiten los funcionarios que está todo bien, que nunca fue mejor. En otras palabras, mientras nos mean, este Gobierno se pone contento y nos dice que llueve.
La ayuda social y los bonos indignos
Se cuestionó al Gobierno por la indigna utilización de “Bonos Solidarios” para ayuda social. Este mecanismo, como informáramos, significa que los funcionarios andan con unos pesos en el bolsillo y, cuando viene una persona con problemas económicos, le dan un bono de $ 20 ó $ 40. Así como funciona, es dinero tirado a la basura, que no resuelve el tema social y que alimenta el clientelismo en estado puro. Pero luego de esto Sestopal se esmeró en especificar una difusa cantidad de acciones de ayuda social, que él se encargó de destacar como producto de un gran esfuerzo del Gobierno por los más necesitados. Y luego de realzar lo maravilloso de esta política llevada a cabo, se lo consultó entonces por qué, si está tan conforme con el área social, le pidió la renuncia a la responsable Miriam Arnedo. Según sus palabras, la ex funcionaria no había comunicado bien todo lo hecho. O sea que debemos creerle que no se trató de una represalia por cuestiones de interna política, sino porque Arnedo no fue, como secretaria de Acción Social, una buena periodista.
No hay mal que dure cien años
A pesar de haber negado su intención de renunciar al cargo de Intendente, parece que el hecho existió. Y que no abandonó presionado por el Ministro Carlos Caserio, quien le impuso quedarse en el cargo hasta el final del mandato. Así que Caserio no sólo lo impuso políticamente hace seis años para ofrecer a La Falda este gran administrador, sino que ahora el ministro de Gobierno nos empernó a todos por otros dos años. Gracias por sus gestiones Ministro, pero en lo siguiente podría usted ocuparse de otras ciudades ¡Por favor!
En el mientras tanto, Sestopal bate récord de inasistencia a su puesto de trabajo. Hasta la fecha han sido más los días que no fue a trabajar que los que efectivamente está en su puesto. El Gran Pez argumenta, vinculado a esto, que sus permanentes viajes al exterior le permiten gestionar grandes cosas para la ciudad. Pero en seis años, aún no trajo ningún beneficio concreto, más allá de sus permanentes vacaciones al exterior, naturalmente parando, como se merece, en hoteles de lujo.
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