La Municipalidad de La Falda volvió a contratar a Piñeiro

Mientras la Justicia atribuye a este abogado ser probable autor de 18 delitos de estafa, para Sestotal y sus rendidos concejales es el profesional “confiable” para representar a la Municipalidad ante los estrados judiciales.

La decisión del Intendente Sestopal de contratar nuevamente al Estudio de Guillermo Piñeiro para la cobranza judicial de las deudas tributarias en mora, cuando el resto de los Municipios está prescindiendo de sus servicios, es una sugestiva insensatez.
Según la edición del diario “Día a Día” del 30 de Agosto del corriente, este abogado está imputado en “18 casos de estafa y falsedad ideológica, por haber presentado documentos con contenido falso”. Sostiene su libertad, según la misma nota periodística, mediante el pago de una fianza de doscientos cincuenta mil pesos.
La Municipalidad de La Falda, tan sospechada de corrupción, debería esmerarse en mostrar la máxima transparencia para designar a quien recaudará los tributos vencidos. Por el contrario, ratificando las sospechas, por alguna razón ha considerado como el más indicado para la gestión a quien menos garantiza rectitud en sus actos.
El caso Piñeiro, con la difusión de dudosas subastas, supuestas falsificaciones y otras tropelías semejantes, es un escándalo que conmociona a toda la Provincia de Córdoba. La nebulosa razón por la que coincidieran decenas de municipios de distintos Departamentos provinciales para contratar sus servicios profesionales, estaría corroborando un espurio negociado urdido por encumbrados funcionarios provinciales tal como lo denunciara el edil de La Cumbre Jorge Babusci.
En nuestra ciudad, el Intendente Sestopal no es el único responsable de que esa organización siga actuando en nombre de la Municipalidad, porque para renovarle el contrato contó con la complicidad de los cinco concejales oficialistas Lescano, Piva, Agost, Tuzzio y Aliverti quienes levantaron sus manos con la acostumbrada sumisión para aprobar esa incalificable contratación en la última sesión del Concejo Deliberante del jueves 6 de noviembre.
Previo a ello, nuestro bloque solicitó un cuarto intermedio y fuimos a buscar la mencionada edición del diario, la que llevamos al recinto y la exhibimos para que nadie pudiera alegar la burda excusa de que no conocía la situación en que se encuentra Piñeiro ante la Justicia.
Su enjuiciamiento por los graves delitos que se le enrostran no modificó la actitud obediente de los concejales, quienes ni siquiera aceptaron que la aprobación que urgía el Intendente pasara a comisión para evaluar el caso durante una semana. Con la única razón de contar con la mayoría la aprobaron sobre tablas, pese a no existir ningún motivo para hacerlo con esa modalidad prevista para casos excepcionales.
Toda esta maraña inescrupulosa nos confirma que la renovación del contrato con esta empresa, organización o banda que lidera el abogado, cuyas ramificaciones en los municipios conquistados es actualmente materia de investigación, responde a una orden emanada por quienes son parte de un negocio que brinda suculentos dividendos.
Ningún funcionario de La Falda ha dado una explicación para justificar esa inconcebible contratación. No sabemos cuales de ellos estarían lucrando con ese negocio y cuales fueron obsecuentes solo para no perder espacios dentro de la estructura partidaria. Lo que queda muy claro es que dichos funcionarios, lejos de cumplir su misión de defender a los vecinos de la ciudad, han operado otra vez (como en el caso del Casino y tantos otros) en favor de quienes se enriquecen a costa de esos vecinos.

Ana M. Nieto - Luis A. Kessler – Claudio Stevenot –

Bloque de Concejales U.C.R – P.N -


Recuadro

Dime con quién andas

Sin dudas, que la renovación del convenio con el estudio de Guillermo Piñeiro traerá aparejado un nuevo debate en la comunidad faldense, el que, como ya es habitual, llegará tras el hecho consumado. Es decir, que el Intendente Marcos Sestopal ha aplicado una vez más la política de sorprender a TODOS, incluso a sus propios Concejales, los que se enteran, en su gran mayoría, cuando ingresan en la sala de sesiones del Poder Legislativo lo que tendrán que aprobar, sin titubear, sobre tablas. Tan es así que cuando uno se había dispuesto a retobarse, llamada telefónica mediante, le recordaron su comprometida situación personal dependiente de algunas facilidades que el gobierno le habría acordado, que cambió de parecer.
Pudo observarse no un respaldo pleno al proyecto del Ejecutivo sino de defensa de Guillermo Piñeiro, al extremo de que cuando los ediles de la oposición mostraron lo publicado por los medios de comunicación sobre la situación judicial del abogado, un par, manifestaron increíblemente, como respuesta “qué van a creer lo que dicen los diarios”.
Si no creían lo que dicen los diarios, hubiese sido oportuno pasar a comisión la iniciativa y tomarse el tiempo necesario como para averiguar en sede judicial las razones que determinaron un dictado de prisión preventiva y la disposición de una fianza de un cuarto de millón de pesos para mantener la libertad.
La actuación de los ediles oficialistas y del Ejecutivo, no dejan espacio para otro análisis que no este centrado en aquello de “dime con quién andas y te diré quién eres”