El Defensor del Pueblo no quiere renunciar, y el Gran Pez le da una mano con los negocios

Mientras un Juez sentenció la nulidad del nombramiento de Súper Mario, en La Falda, el Gran Pez renovó el contrato con Piñeiro y Asociados.

Por David Buccini

En la ciudad de Córdoba, un Juez en lo Civil y Comercial dictaminó que la elección de Mario Decara como Defensor del Pueblo de la Provincia es nula. El fallo judicial consideró inconstitucional el procedimiento empleado por la Legislatura para realizar ese polémico nombramiento.
Para el Juez, Decara debió haber sido elegido por los dos tercios de los miembros, como dice la Constitución, o sea por 47 votos, y no por los dos tercios de los miembros presentes en la sesión, que sumaron los 46 obtenidos.
De acuerdo a los antecedentes públicos nefastos que ha sumado Súper Mario, se esperaba que, con la interpretación judicial del caso, se despejaran las dudas del bochorno legislativo y se procediera a la decorosa renuncia al cargo. Por el contrario, y fiel a su estilo, Súper Mario se aferra a su sillón de Defensor del Pueblo y aseguró, sin ponerse colorado: “De ninguna manera voy a renunciar”. Lo que habría que preguntarle es si cree que alguien, de alguna manera, podrían confiar en él.

El Gran Pez revela sus cartas
Aún resuenan los ecos del escándalo por los 125 mil pesos que el Intendente y su secretario de Hacienda Jorge Pafundo le dieron sueltos de cuerpo a la conducción gremial de los empleados públicos. Como informáramos, ese generoso aporte de dineros públicos de los faldenses fue entregado a una conducción gremial sospechada, intervenida por la Federación y denunciada por presumirse manejos administrativos oscuros. A pesar de toda esa realidad circundante, nuestros ejemplares funcionarios cerraron los ojos, y en un gesto cristiano envidiable, soltaron los cheques que pagarán los vecinos.
¿Por qué Pafundo, quien aparentemente es tan puntilloso en el manejo de las cuentas cuando nos relata algún episodio, no ha tenido para con este caso un celo más firme en el cuidado de los intereses de la comunidad que gobierna?
Lo más curioso es que ese generoso aporte al desmanejo gremial se ha dado, en paralelo, con un masivo reparto de cartas “invitando” a los vecinos a regularizar deudas. Y si bien es correcto el reclamo a deudores, lo que no se entiende es el apremio económico del Municipio. El desdén con el que firmaron los cheques a unos dirigentes gremiales sospechados haría pensar, al menos, que no hay problemas de caja ¿Una contradicción? Por lo que ocurre, todo parece bastante coherente. Veamos.

Piñeiro no se va, Piñeiro no se va
En la sesión del miércoles pasado, el oficialismo, con el voto positivo de todos sus concejales, aprobó sorpresivamente una ordenanza que prolonga el acuerdo del Municipio con el estudio Piñeiro y Asociados para que este buen hombre se siga encargando del cobro a los morosos.
Mientras la Justicia tiene a Piñeiro imputado y libre bajo fianza en la mega causa del Registro de la Propiedad, el Gran Pez, en nombre de todos los vecinos, le renueva la confianza.
En esa causa fue que un ex abogado del estudio jurídico en cuestión afirma, en declaración ante el juez, que Mario Decara es el socio oculto de Piñeiro y Asociados. Allí declara que nuestro Defensor del Pueblo se queda con la mitad de las ganancias. Evidentemente, ni Sestopal ni Pafundo leen los diarios, ni escuchan la radio. Parece que nunca se enteraron de la situación judicial del abogado al que le acaban de renovar la confianza.
Así que otra vez sin mayores inconvenientes, el dúo dinámico a cargo de la administración de los dineros públicos nos sigue entregando con las manos atadas a los peores del barrio.
Ya lo hicieron con la obra del gas. Ahora lo hacen con Piñeiro y Asociados. El Defensor del Pueblo, encantado con el Gran Pez.