DE LA URGENTE NECESIDAD DE UNA “GUÍA DE ORDENAMIENTO URBANO TERRITORIAL”
La búsqueda de generar el debate sobre la necesidad de determinar normativas a mediano y largo plazo para urbanizar la ciudad tiene en esta continuidad la posibilidad de ahondar en la temática. Armando Galera provee el pensamiento, sus colegas pueden sumar lo propio, se puede plantear la visión política y los vecinos, aquellos que se benefician o perjudican con las iniciativas que se implementan, pueden trasladar lo suyo. Nuestras páginas quedan abiertas a esas ansiadas expresiones.
Continuando con el artículo de la semana pasada y a los efectos de cerrar este aporte con la mayor claridad posible para la mayoría de los lectores de este pluralista y prestigioso semanario regional, desarrollaré lo que estimo debería ser una gestión consensuada en lo que a ORDENAMIENTO URBANO TERRITORIAL Y AMBIENTAL se refiere.
Nuestras autoridades democráticamente electas, (ejecutivo y legislativo), desarrollan sus funciones por un período acotado de tiempo y deben hacerlo ajustado a derecho y en cumplimiento con los marcos regulatorios contemplados en nuestras Constitución Nacional, Provincial y Carta Orgánica Municipal, pues me pregunto: Se es conciente de la responsabilidad histórica de los actos (por acción y/u omisión) que implica la administración del desarrollo urbano-ambiental? De los plazos que toma redireccionar los desvíos que se producen por el impacto de la actividad urbana sobre nuestro territorio? De los grandes, costosos y cotidianos esfuerzos que se deben realizar para remediar los errores que por falta de planificación se cometen contra el ambiente urbano y natural? En verdad estas preguntas no sólo van dirigidas a nuestras autoridades, también a mis vecinos, cuyos proyectos de vida, pretenden materializar en esta localidad y área de influencia, porque es así: a la ciudad la construimos, cuidamos o degradamos entre todos y señoras/es FUNDAMENTALMENTE SE LA HEMOS PEDIDO PRESTADA A NUESTRA DESCENDENCIA!!
Este aporte apunta a la modalidad de someter a discusión con los distintos sectores sociales de nuestra Ciudad para entender y experimentar el fortalecimiento que como sociedad organizada, provoca el hecho de compartir el poder que otorga la elaboración y promulgación conjunta (gobierno-sociedad) de una Ordenanza Municipal que atiende a normar sobre el territorio y su medioambiente. Se trata de una voluntad de consenso con la población, que supone un respeto por sus necesidades, requerimientos y apetencias. Es una instancia de diálogo democrático ante el estamento técnico-político que toma decisiones y los diferentes representantes de la comunidad urbana. Este contacto permite una aproximación más auténtica con la realidad, ya que profundiza en la dinámica de las relaciones sociedad-gobierno; sociedad-sociedad y sociedad-ambiente. Se asegura que las normas sean aplicables y sustentables, en tanto que son productos de la concertación de intereses contrapuestos. Bajo este proceso, la articulación Municipio-sociedad civil garantiza la gobernabilidad de la Ciudad, al afianzar los mecanismos particulares que permite el sistema democrático vigente.
El consenso en lo que respecta a las disposiciones generales de una GUIA NORMATIVA refiere a los criterios que se aplicarán para el crecimiento y consolidación urbana, las modalidades y alcances de la participación y gestión ciudadana y las condiciones que deben considerarse en las actuaciones urbanísticas a partir del impacto ambiental que van a producir. Estos tópicos señalan la dirección que se adopta como acuerdo sobre aspectos globales de la Ciudad. La normativa resultante establece respuestas legales a preguntas como:
Hacia dónde va a crecer la Ciudad?
Qué áreas se van a priorizar en la consolidación de LA FALDA?
Qué mecanismos se proponen para la participación ciudadana?
Cuál es el rol del Municipio y de la ciudadanía en la gestión municipal?
Cómo se evalúa el impacto ambiental en los proyectos urbanísticos?
Cómo se realizará el seguimiento una vez aprobada la normativa para lograr la sustentabilidad del proceso?, entre otras muchas preguntas fundamentales…
En relación con la experiencia desarrollada por estas metodologías en otras ciudades de Argentina y el extranjero, se podría constituir para el caso de la Ciudad de LA FALDA en la oportunidad histórica de ser la primera Ciudad del Valle de Punilla en aplicar los beneficios alcanzados en una investigación de esta naturaleza. Se trataría de un ejemplo en el que se transfieren los conocimientos teóricos de la práctica urbana, innovando en la metodología utilizada, en la inclusión de tópicos de avanzados propios de una modernización de la legislación municipal que en los procesos de gestión posibilita la aplicación de esta Gestión Normativa.
Como todo crecimiento horizontal de una sociedad que tiene que solucionar problemas de larga data que “traban” su desarrollo, deben preparase y capacitarse para sobreponerse a ese letargo con acciones superadoras. Si bien es cierto que en el artículo anterior se habló de que nuestro municipio ha dado algunos tímidos pasos en la dirección correcta, lo hizo en el seno del Consejo de La Ciudad y sabemos que si bien lo producido ahí no posee carácter vinculante con el estamento Legislativo y Ejecutivo, es ya una prueba que los canales de participación pueden abrirse y comenzar a crecer. Esta deseada evolución, (por muchos ciudadanos), debería involucrar la decisión política de ir por más, la realidad así lo exige y el campo del saber y el hacer, hoy está preparado y dispuesto.
Si se superan las diferencias creceremos todos, en mi caso he aprendido que deberé seguir el camino del conocimiento ya que siendo profesional me debo a mi sociedad, a la que pertenezco y en la que pretendo un desarrollo más humano para nuestros descendientes. No estamos solos los que creemos en este planteo, mis docentes, amigos profesionales que con Maestría me han indicado que existe un camino posible y me han invitado a recorrerlo juntos con compromiso y esfuerzo pero con la alegría incondicional de saberse en la dirección correcta .
Arq. Armando GALERA
Nota: Los conceptos vertidos en las dos notas, se basan en estudios y experiencias realizadas por el autor durante varios trabajos de incumbencia en la temática tratada en compañía de equipos trasndisciplinarios dirigidos por los Magíster en Urbanismo Arquitectos Jorge Montenegro, Julio Cesar Corral y Rafael Emilio Yunén.
Continuando con el artículo de la semana pasada y a los efectos de cerrar este aporte con la mayor claridad posible para la mayoría de los lectores de este pluralista y prestigioso semanario regional, desarrollaré lo que estimo debería ser una gestión consensuada en lo que a ORDENAMIENTO URBANO TERRITORIAL Y AMBIENTAL se refiere.
Nuestras autoridades democráticamente electas, (ejecutivo y legislativo), desarrollan sus funciones por un período acotado de tiempo y deben hacerlo ajustado a derecho y en cumplimiento con los marcos regulatorios contemplados en nuestras Constitución Nacional, Provincial y Carta Orgánica Municipal, pues me pregunto: Se es conciente de la responsabilidad histórica de los actos (por acción y/u omisión) que implica la administración del desarrollo urbano-ambiental? De los plazos que toma redireccionar los desvíos que se producen por el impacto de la actividad urbana sobre nuestro territorio? De los grandes, costosos y cotidianos esfuerzos que se deben realizar para remediar los errores que por falta de planificación se cometen contra el ambiente urbano y natural? En verdad estas preguntas no sólo van dirigidas a nuestras autoridades, también a mis vecinos, cuyos proyectos de vida, pretenden materializar en esta localidad y área de influencia, porque es así: a la ciudad la construimos, cuidamos o degradamos entre todos y señoras/es FUNDAMENTALMENTE SE LA HEMOS PEDIDO PRESTADA A NUESTRA DESCENDENCIA!!
Este aporte apunta a la modalidad de someter a discusión con los distintos sectores sociales de nuestra Ciudad para entender y experimentar el fortalecimiento que como sociedad organizada, provoca el hecho de compartir el poder que otorga la elaboración y promulgación conjunta (gobierno-sociedad) de una Ordenanza Municipal que atiende a normar sobre el territorio y su medioambiente. Se trata de una voluntad de consenso con la población, que supone un respeto por sus necesidades, requerimientos y apetencias. Es una instancia de diálogo democrático ante el estamento técnico-político que toma decisiones y los diferentes representantes de la comunidad urbana. Este contacto permite una aproximación más auténtica con la realidad, ya que profundiza en la dinámica de las relaciones sociedad-gobierno; sociedad-sociedad y sociedad-ambiente. Se asegura que las normas sean aplicables y sustentables, en tanto que son productos de la concertación de intereses contrapuestos. Bajo este proceso, la articulación Municipio-sociedad civil garantiza la gobernabilidad de la Ciudad, al afianzar los mecanismos particulares que permite el sistema democrático vigente.
El consenso en lo que respecta a las disposiciones generales de una GUIA NORMATIVA refiere a los criterios que se aplicarán para el crecimiento y consolidación urbana, las modalidades y alcances de la participación y gestión ciudadana y las condiciones que deben considerarse en las actuaciones urbanísticas a partir del impacto ambiental que van a producir. Estos tópicos señalan la dirección que se adopta como acuerdo sobre aspectos globales de la Ciudad. La normativa resultante establece respuestas legales a preguntas como:
Hacia dónde va a crecer la Ciudad?
Qué áreas se van a priorizar en la consolidación de LA FALDA?
Qué mecanismos se proponen para la participación ciudadana?
Cuál es el rol del Municipio y de la ciudadanía en la gestión municipal?
Cómo se evalúa el impacto ambiental en los proyectos urbanísticos?
Cómo se realizará el seguimiento una vez aprobada la normativa para lograr la sustentabilidad del proceso?, entre otras muchas preguntas fundamentales…
En relación con la experiencia desarrollada por estas metodologías en otras ciudades de Argentina y el extranjero, se podría constituir para el caso de la Ciudad de LA FALDA en la oportunidad histórica de ser la primera Ciudad del Valle de Punilla en aplicar los beneficios alcanzados en una investigación de esta naturaleza. Se trataría de un ejemplo en el que se transfieren los conocimientos teóricos de la práctica urbana, innovando en la metodología utilizada, en la inclusión de tópicos de avanzados propios de una modernización de la legislación municipal que en los procesos de gestión posibilita la aplicación de esta Gestión Normativa.
Como todo crecimiento horizontal de una sociedad que tiene que solucionar problemas de larga data que “traban” su desarrollo, deben preparase y capacitarse para sobreponerse a ese letargo con acciones superadoras. Si bien es cierto que en el artículo anterior se habló de que nuestro municipio ha dado algunos tímidos pasos en la dirección correcta, lo hizo en el seno del Consejo de La Ciudad y sabemos que si bien lo producido ahí no posee carácter vinculante con el estamento Legislativo y Ejecutivo, es ya una prueba que los canales de participación pueden abrirse y comenzar a crecer. Esta deseada evolución, (por muchos ciudadanos), debería involucrar la decisión política de ir por más, la realidad así lo exige y el campo del saber y el hacer, hoy está preparado y dispuesto.
Si se superan las diferencias creceremos todos, en mi caso he aprendido que deberé seguir el camino del conocimiento ya que siendo profesional me debo a mi sociedad, a la que pertenezco y en la que pretendo un desarrollo más humano para nuestros descendientes. No estamos solos los que creemos en este planteo, mis docentes, amigos profesionales que con Maestría me han indicado que existe un camino posible y me han invitado a recorrerlo juntos con compromiso y esfuerzo pero con la alegría incondicional de saberse en la dirección correcta .
Arq. Armando GALERA
Nota: Los conceptos vertidos en las dos notas, se basan en estudios y experiencias realizadas por el autor durante varios trabajos de incumbencia en la temática tratada en compañía de equipos trasndisciplinarios dirigidos por los Magíster en Urbanismo Arquitectos Jorge Montenegro, Julio Cesar Corral y Rafael Emilio Yunén.
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