Se definieron los equipos de trabajo que tratarán temas prioritarios
Tras su conformación, el Consejo de la Ciudad de La Falda, integrado por alrededor de treinta instituciones locales, definió los equipos de trabajo que tratarán las diferentes temáticas propulsadas por las organizaciones participantes. Es de recordar que se solicitó a los representantes presentar temas que considerasen imprescindibles de ser analizados por la sociedad faldense, para establecer prioridades. En ese marco y con posterioridad a un taller de diagnóstico de problemas, se determinó la necesidad de conformar cuatro áreas de trabajo, a saber:
- Medio Ambiente (agua, preservación de los recursos, polución, etc.)
- Desarrollo y Planificación Urbana (contaminación visual, cartelería y nomencladores, preservación natural del pie de sierras, identidad barrial, animales sueltos, etc,)
- Contención e Integración Social (problemas relacionados con violencia familiar, contención de la juventud a través de la educación y el deporte, adicciones, deserción escolar, actividades para la tercera edad, etc.)
- Cultura, Turismo y Participación Ciudadana (generación de políticas relacionadas con la defensa del patrimonio cultural e histórico, el turismo, la participación ciudadana, etc.).
Los temas serán abordados por los 4 Equipos de Trabajo que quedaron conformados en el último Plenario, pudiendo solicitar información de los entes gubernamentales, la participación de asesores o la intervención de profesionales en el caso que sea necesario. Una vez que analicen cada tema, elaborarán informes finales que serán elevados a las autoridades municipales y a la ciudadanía en general.
Integrantes del organismo sostienen que “la intención es la de abordar los temas, diagnosticar problemas, causas, efectos, y tratar de aportar soluciones, las cosas se van a ver sobre la marcha, sin las urgencias que impone la resolución inmediata de los cargos ejecutivos o deliberativos. Sentarnos a pensar y proyectar una ciudad que va a tener cambios significativos en el futuro inmediato. Pensar que habrá que preservar Villa Edén como sector de carácter residencial y que los edificios de diez pisos tengan una área determinada que le convenga a la ciudad y que la podamos pensar entre todos. Hasta dónde hay que establecer los límites para construir hacia el pie de la sierra. Lo que se intentará será llegar a conclusiones sobre algunos temas, respetando el disenso y tratando de establecer el consenso en forma permanente, como lo hemos hecho en la confección del reglamento que rige la convivencia dentro del organismo”.
Atenta la neurona
El Consejo de la Ciudad, como se lo ha señalado en múltiples oportunidades a partir de su creación por Carta Orgánica Municipal, tiene el espíritu de convertirse en la caja de resonancia de los temas que preocupan y ocupan a la ciudad.
Sin dudas, en el pasado cercano, sirvió para que algunos dirigentes afianzarán su posicionamiento ante la vecindad y así lograrán encaramarse en el gobierno Municipal, sería bueno que los actuales integrantes que tengan en mente esa posibilidad la desechen o la vislumbren como un resultado de sus ingentes esfuerzos para pergeñar posibles políticas a mediano y largo plazo para la ciudad y su gente.
Es decir que hay que trabajar soslayando todo otro interés que no sea el del conjunto de los faldenses, y para ello hay que disponerse a escuchar antes que a sostener conceptos preconcebidos, la opinión expuesta, no es más que eso, una opción más dentro de las posibles 25 ó 30 que se revelarán. Con posterioridad y sin intencionalidad se encontrará el consenso, que no deberá ser el resultado del entramado de uno o varios grupos para hacer pesar su razón o poder de convencimiento sino el resultado natural del direccionamiento del pensamiento hacia el bien común. Entiéndase que esta no es una lucha por sobresalir u obtener algún mezquino rédito, que los vecinos que integran este organismo deben ser el ejemplo que reencamine el sistema democrático desde las bases ciudadanas, de así no ocurrir sólo se estaría proponiendo un nuevo espacio para la figuración y la competencia político partidaria.
La relación con el poder de turno no será la más fácil y es natural que así sea porque como proveedor de ideas y proyectos se tiene una visión de lo que se persigue y de la forma de aplicarlo, lo que sucede es que el Poder Ejecutivo, el que ha de llevarlo a la práctica, ya tiene determinado un esquema de acción y no ha de resultarle cómodo, en más de una oportunidad, rever situaciones que ya tenía definidas.
Para que quede claro, vamos sobre un ejemplo, hemos escuchado sostener a integrantes del Consejo de la Ciudad que hay que mirar hacia delante dejando de lado las malas experiencias del pasado, al tiempo que adelantan opinión sobre la necesidad de preservar la identidad residencial de Villa Edén, sobre el particular debe decirse que quienes esto sostienen no parecen haber seguido de cerca la intención de la legislación existente en ese sentido, porque siempre el ánimo ha sido el de mantener esa identidad, lo que sucede es que este gobierno, que ahora aparece levantando esta bandera, a muy poco de concluir su gestión anterior, hace muy pocos meses, entre gallos y medianoche, por cuestiones netamente económicas, no había otras, cambio por excepción la normativa de superficies de terreno en la zona llevando el mínimo de dos mil a mil metros. Es obvio que alguien se benefició con esa excepción, pero lo que realmente importa es que se sepa, para no caer inocentemente en el pensamiento de que quienes gobiernan escucharán cuando no lo han hecho en casi cinco años. Por eso, como decía Bores “atenta la neurona” y que no les hagan pasar gato por liebre.
N.H.
- Medio Ambiente (agua, preservación de los recursos, polución, etc.)
- Desarrollo y Planificación Urbana (contaminación visual, cartelería y nomencladores, preservación natural del pie de sierras, identidad barrial, animales sueltos, etc,)
- Contención e Integración Social (problemas relacionados con violencia familiar, contención de la juventud a través de la educación y el deporte, adicciones, deserción escolar, actividades para la tercera edad, etc.)
- Cultura, Turismo y Participación Ciudadana (generación de políticas relacionadas con la defensa del patrimonio cultural e histórico, el turismo, la participación ciudadana, etc.).
Los temas serán abordados por los 4 Equipos de Trabajo que quedaron conformados en el último Plenario, pudiendo solicitar información de los entes gubernamentales, la participación de asesores o la intervención de profesionales en el caso que sea necesario. Una vez que analicen cada tema, elaborarán informes finales que serán elevados a las autoridades municipales y a la ciudadanía en general.
Integrantes del organismo sostienen que “la intención es la de abordar los temas, diagnosticar problemas, causas, efectos, y tratar de aportar soluciones, las cosas se van a ver sobre la marcha, sin las urgencias que impone la resolución inmediata de los cargos ejecutivos o deliberativos. Sentarnos a pensar y proyectar una ciudad que va a tener cambios significativos en el futuro inmediato. Pensar que habrá que preservar Villa Edén como sector de carácter residencial y que los edificios de diez pisos tengan una área determinada que le convenga a la ciudad y que la podamos pensar entre todos. Hasta dónde hay que establecer los límites para construir hacia el pie de la sierra. Lo que se intentará será llegar a conclusiones sobre algunos temas, respetando el disenso y tratando de establecer el consenso en forma permanente, como lo hemos hecho en la confección del reglamento que rige la convivencia dentro del organismo”.
Atenta la neurona
El Consejo de la Ciudad, como se lo ha señalado en múltiples oportunidades a partir de su creación por Carta Orgánica Municipal, tiene el espíritu de convertirse en la caja de resonancia de los temas que preocupan y ocupan a la ciudad.
Sin dudas, en el pasado cercano, sirvió para que algunos dirigentes afianzarán su posicionamiento ante la vecindad y así lograrán encaramarse en el gobierno Municipal, sería bueno que los actuales integrantes que tengan en mente esa posibilidad la desechen o la vislumbren como un resultado de sus ingentes esfuerzos para pergeñar posibles políticas a mediano y largo plazo para la ciudad y su gente.
Es decir que hay que trabajar soslayando todo otro interés que no sea el del conjunto de los faldenses, y para ello hay que disponerse a escuchar antes que a sostener conceptos preconcebidos, la opinión expuesta, no es más que eso, una opción más dentro de las posibles 25 ó 30 que se revelarán. Con posterioridad y sin intencionalidad se encontrará el consenso, que no deberá ser el resultado del entramado de uno o varios grupos para hacer pesar su razón o poder de convencimiento sino el resultado natural del direccionamiento del pensamiento hacia el bien común. Entiéndase que esta no es una lucha por sobresalir u obtener algún mezquino rédito, que los vecinos que integran este organismo deben ser el ejemplo que reencamine el sistema democrático desde las bases ciudadanas, de así no ocurrir sólo se estaría proponiendo un nuevo espacio para la figuración y la competencia político partidaria.
La relación con el poder de turno no será la más fácil y es natural que así sea porque como proveedor de ideas y proyectos se tiene una visión de lo que se persigue y de la forma de aplicarlo, lo que sucede es que el Poder Ejecutivo, el que ha de llevarlo a la práctica, ya tiene determinado un esquema de acción y no ha de resultarle cómodo, en más de una oportunidad, rever situaciones que ya tenía definidas.
Para que quede claro, vamos sobre un ejemplo, hemos escuchado sostener a integrantes del Consejo de la Ciudad que hay que mirar hacia delante dejando de lado las malas experiencias del pasado, al tiempo que adelantan opinión sobre la necesidad de preservar la identidad residencial de Villa Edén, sobre el particular debe decirse que quienes esto sostienen no parecen haber seguido de cerca la intención de la legislación existente en ese sentido, porque siempre el ánimo ha sido el de mantener esa identidad, lo que sucede es que este gobierno, que ahora aparece levantando esta bandera, a muy poco de concluir su gestión anterior, hace muy pocos meses, entre gallos y medianoche, por cuestiones netamente económicas, no había otras, cambio por excepción la normativa de superficies de terreno en la zona llevando el mínimo de dos mil a mil metros. Es obvio que alguien se benefició con esa excepción, pero lo que realmente importa es que se sepa, para no caer inocentemente en el pensamiento de que quienes gobiernan escucharán cuando no lo han hecho en casi cinco años. Por eso, como decía Bores “atenta la neurona” y que no les hagan pasar gato por liebre.
N.H.
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