Ecos de Punilla

NO HAY PEOR SORDO QUE EL QUE NO SE ESCUCHA A SI MISMO

Por natural sentido de preservación propia del hombre conoce, con más o menos criterios coincidentes, que es lo bueno y que es lo malo, que lo beneficia y que es lo que lo perjudica, que es lo que detesta que le hagan y en base a ello que es lo que no debe hacer a los demás.
Desde este simple planteo, se puede llegar a decir con solo llevar adelante estos básicos principios tendríamos que estar viviendo la mejor de las convivencias, ocupándonos y preocupándonos todos de todos, con la cual en la comunidad en la que nos desarrollamos estaría exenta de toda intencionalidad perniciosa por lo tanto estaríamos alcanzando niveles de complementariedad y solidaridad rayanos en lo ideal. Lo que significa que solo las mentalidades enfermas podrían atentar con tal estado optimo de cosas.
No hay peor sordo que el que no quiere oír, es uno de los tantos refranes que recuperamos a diario cuando nos introducimos en el análisis de las acciones de nuestros políticos vernáculos, pero al que en el caso de los integrantes de la gestión de gobierno faldense podrían modificarse del siguiente modo: “no hay peor sordo que el que no se escucha a sí mismo”
Si los integrantes del gobierno faldense pudiesen o tuviesen la intención de detenerse a pensar en lo que sostienen en público, es decir escuchar lo que pronuncian, y luego actuar en consecuencia, podría decirse que la gestión Sestopal podría ser una de las mejores de la historia local, cosa que no lo es porque no respetan ni sus propios pensamientos o, si prefiere mejor sus propias palabras.
Mientras el Intendente Marcos Sestopal en un vuelo cercano a la diplomacia argüía que la oposición debía respaldar los proyectos del Ejecutivo porque eran lo que había votado la gente, los integrantes de su bloque partidario recibían instrucciones para que en la primera sección, sin darse a conocer el Orden del Día, se introdujeran proyectos que impondrían con tratamiento Sobre Tabla (siempre la urgencias)y con ello volverían a poner la relación del Poder Legislativo al borde del conflicto.
Conflicto que continuará manifestándose porque la reforma del Reglamento Interno de funcionamiento sigue manteniendo estas chicanas que avasallan los derechos de participación de la minoría. Y conflicto inútil desde el punto de vista ciudadano, porque no le provoca beneficios al vecino y se deteriora, cada vez con mayor frecuencia, su imagen de la democracia.
Es mas es tan torpe el accionar del Bloque mayoritario (Unión por Córdoba o Peronismo actual cualquiera sea su denominación) que ambos proyectos presentados, el que este dirigido a ¿solucionar? El tema del alquiler de caballos y el que pretende dar una nueva conformación al sistema de subsidios y becas, por tratarse de temas que tienen que ver con los fondos públicos y la asistencia social, necesariamente, debieron pasar en forma previa por el Consejo de la Ciudad. Ese organismo del que cantó loas a su recuperación el Intendente, hace unos días en la Apertura de Sesiones del Poder Legislativo, y que evidentemente desconoce de su funcionamiento porque horas después comete el desliz que acabamos de comentar. Diga que la oposición, esa que para el oficialismo solo guarda agresión y menoscabo, en forma permanente, mas por ineficiencia, inutilidad y falta de ideas que por cuestiones de razón, aprieta pero no ahorca, y de esa manera les mandó al Consejo de la Ciudad el tema de las becas y subsidios (previo a ello hubo que prorrogar el sistema actual por 180 días) y les dejo el del alquiler de caballos.
Si el Intendente se escuchara A SI MISMO y si el Bloque oficialista se escuchasen a sí mismos. Si ambos sectores, además de discutir las irrelevantes, infantiles y estúpidas cuestiones de poder interno, se propusieran a cumplir con el mandato enmanado del electorado faldense, escuchándose unos a otros, manteniendo la coherencia de esos mensajes, y sosteniendo como principio básico y fundamental el deber de gobernar para y por el pueblo de la falda, seguramente nadie pondría en juicio la gestión, ningún vecino se animaría como lo hace hoy mas de la mitad de la comunidad, a decir que hay que buscar cerca del equipo del gobierno a quienes supuestamente robaron en las 7 cascadas , y tener que soportar la presunción de injusticia y desconfianza que ha generado en torno a un accidente, porque los vecinos creen que tratarán de evadir las responsabilidades de funcionarios municipales a través de la tergiversación de los hechos y malas artes o la explicaciones del proyecto de Ordenanza para que los funcionarios electos y políticos hicieran publica su declaración de bienes antes de incorporarse a la función y previa a dejarla…

Cuando los funcionarios llegan a estos niveles de desprestigio es porque ni siquiera respetan su propio pensamiento, su propia palabra, es decir no llegan a ser confiables para sí mismos, y esto para un alto porcentaje de faldenses es un hecho comprobado, para no perder la costumbre, consumado, como prefiera.